DEMON SLAYER DXD

capitulo 2

**Capítulo 2: El Inicio de un Nuevo Camino**

El cielo se teñía de tonos naranjas y rojos mientras Issei caminaba por los terrenos de la mansión de su tío, aún procesando la propuesta de entrenamiento que acababa de recibir. La idea de convertirse en un cazador de demonios sonaba irreal, como una de esas historias que había escuchado de pequeño, pero después de lo que había vivido hasta ahora, no podía descartarlo tan rápido.

Esa noche, Issei fue asignado a una habitación grande, con un futón cómodo y una ventana que daba al jardín. Observó las hojas que se mecían suavemente con el viento, tratando de calmar sus pensamientos.

*"¿Cazador de demonios?"* reflexionó mientras se recostaba. Su vida había cambiado de golpe. Había dejado atrás a sus padres y estaba en una nueva ciudad, con nuevos desafíos. Las cosas no podían ser más extrañas.

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A la mañana siguiente, antes del amanecer, Issei fue despertado por un fuerte golpe en la puerta.

— ¡Vamos, dormilón! ¡Es hora de entrenar! — Una voz fuerte y alegre lo sacó de su sueño.

Issei se levantó con rapidez y abrió la puerta para encontrarse con un joven alto, de cabello rojizo con puntas doradas, que sonreía ampliamente. Era Kyojuro Rengoku, el hijo mayor de su tío, con una energía que parecía inagotable.

— Soy Kyojuro, y hoy voy a ser tu maestro. Mi padre me ha pedido que te ponga a prueba. ¡No hay tiempo que perder! — dijo Kyojuro, empujándolo suavemente hacia el patio de la mansión.

Issei aún estaba desorientado, pero siguió a Kyojuro. Al salir, vio que el patio estaba equipado como un campo de entrenamiento. Había muñecos de madera, espadas de práctica, pesas, y objetivos de tiro al arco.

— Vamos a empezar por lo básico, Issei. Antes de siquiera tocar una espada, debes fortalecer tu cuerpo. Un cazador de demonios necesita velocidad, resistencia y fuerza. Pero más importante aún, necesita dominar su respiración. — Kyojuro lo miró con seriedad por primera vez.

Issei asintió lentamente. Aunque no tenía idea de lo que le esperaba, sabía que no podía fallar. Había dejado mucho atrás y no podía permitirse retroceder.

— Bien, primero… ¡Corre! — Kyojuro señaló el perímetro del enorme patio. — ¡Corre hasta que no puedas más!

Issei parpadeó, sorprendido por la orden. — ¿Solo correr?

— ¡Exacto! Un cazador de demonios no solo pelea con su espada. La velocidad y la agilidad son igual de importantes. ¡Corre! — insistió Kyojuro con una sonrisa que mostraba entusiasmo.

Sin más opción, Issei comenzó a correr. El suelo de tierra crujía bajo sus pies mientras avanzaba. Al principio, la tarea parecía fácil, pero después de varios minutos, sus piernas comenzaron a sentir el peso del cansancio. Su respiración se volvía irregular, pero no se detuvo. Kyojuro lo observaba desde la distancia, asintiendo con aprobación.

— ¡Sigue así! — gritó Kyojuro, mientras veía que Issei comenzaba a reducir el ritmo.

Después de lo que le pareció una eternidad, Issei finalmente cayó de rodillas, sin aliento, apoyando las manos en el suelo mientras su pecho subía y bajaba con fuerza. El sudor caía de su frente.

— Nada mal para ser tu primer día, Issei. — Kyojuro se acercó y le ofreció una mano para ayudarlo a levantarse. — Ahora, vamos a trabajar en algo más importante: tu respiración.