Cap. 29

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"Pero no soy celosa"

"Pero no soy celosa"

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POV BECKY

Envuelta en los brazos de Freen siento el zumbido familiar de la emoción mezclada con la inquietud. Nuestra separación no lo ha cambiado ni un ápice. Es la misma mujer que casi mata a Nat, la que no dudó en secuestrar a la chica que quería.

También es la que casi muere por rescatarme.

Ahora que sé lo que le pasó, veo los signos físicos de su dura experiencia. Está más delgada que antes, tiene la piel algo más bronceada y tirante y los pómulos marcados. Tiene una cicatriz rosa irregular en la oreja izquierda y lleva el pelo negro corto.

En la parte izquierda de la cabeza, el pelo le crece de una forma un poco desigual, como si también ocultara una cicatriz.

A pesar de esas imperfecciones diminutas, sigue siendo la mujer más guapa que he visto jamás; por eso, no puedo dejar de mirarla.
«Está viva. Freen está viva y yo estoy otra vez con ella».
Todo me parece surrealista. Hasta esta misma mañana pensaba que estaba muerta. Estaba convencida de que había fallecido en la explosión. Durante cuatro meses largos e insoportables, me he obligado a ser fuerte, a seguir con mi vida e intentar olvidar a la mujer que ahora mismo está sentada a mi lado.

La mujer que me robó la libertad.

La mujer a quien amo.

Levanto la mano izquierda y trazo poco a poco el contorno de sus labios con el dedo índice. Tiene la boca más increíble que haya visto, una boca diseñada para pecar. Cuando la toco, separa sus preciosos labios y me aprieta la punta del dedo con sus dientes blancos, mordiéndolo levemente. Luego se lleva mi dedo a la boca y lo chupa.

Noto un estremecimiento de excitación cuando me lame el dedo con la lengua ardiente y húmeda. Se me tensan los músculos internos y siento cómo se me moja la ropa interior. Dios, qué fácil es cuando se trata de ella. Una mirada, una caricia y la quiero. Mi sexo se hincha, algo dolorido después de la forma en que me ha penetrado antes, pero mi cuerpo ansía que vuelva a hacerlo de nuevo.

«Freen está viva y me ha apresado otra vez».

Cuando empiezo a asumirlo, le aparto el dedo de los labios y me recorre entera un frío repentino que apaga mi deseo. Ya no hay marcha atrás ni ninguna posibilidad de cambiar de opinión. Freen vuelve a estar a cargo de mi vida y esta vez estoy dispuesta a ir voluntariamente a su telaraña, poniéndome a su merced.

Me recuerdo que, por supuesto, da igual que esté dispuesta o no. Recuerdo la jeringa que llevaba en el bolsillo y sé que en cualquier caso, el resultado habría sido el mismo. Consciente o sedada, hoy la estaría acompañando. Por alguna extraña razón, este hecho me hace sentir mejor. Le pongo la cabeza en el hombro y me relajo.

Es inútil luchar contra el destino de alguien, cosa que estoy empezando a aceptar.

Con el tráfico que hay, el trayecto hacia el aeropuerto nos lleva poco más de una hora. Para mi sorpresa, no vamos al de O'Hare; terminamos en una pequeña pista de aterrizaje donde nos espera un avión grande. Consigo distinguir las letras escritas en la cola del avión: G650.

Rosas y cenizas [freenbecky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora