Tus párpados se abrieron suavemente ante el calor de la luz del sol que brillaba en tu rostro. Los fuertes rayos entrecierran tus ojos, aquello te hizo dar cuenta de dónde estabas y con quién. El brazo envuelto a tu alrededor confirmó lo suficiente, y sonreías apreciando aquel brazo encintado a tu cadera.
Con Nicholas habían sido amigos desde siempre, y las noches de cine habituaban casi todas las semanas entre ustedes. A menudo se hacía muy tarde, y se quedaban dormidos en el sofá.
Anoche no fue diferente. Habías tenido un día ajetreado en el trabajo y estabas absolutamente agotada. Te quedaste dormida en medio de la película y Nicholas te había dirigido a tu cama. Tu sonrisa se plasmó en tu rostro ante tal acto, lleno de una oleada de amor por tu mejor amigo.
Tratando de alejar al sol de tu cara, moviéndote un poco hacia atrás. Tus párpados se abren de repente cuando sientes que algo te roza por detrás. Que estabas 99% segura que no deberías de sentir.
Un calor creciente golpeo entre tus piernas con tal rapidez que ni siquiera conocías la logística exacta. Es como si tu cuerpo te estuviera diciendo algo que no te habías atrevido a sentir antes
Intentaste deslizar un poco las caderas hacia adelante, tratando de detener la incomodidad. Después de todo, Nicholas estaba dormido, así que podías volverte a dormir y actuar como si esto nunca hubiera pasado en un par de horas.
En ese mismo instante sientes que el agarre de tu mejor amigo en tu cintura se aprieta mientras tira de tu cuerpo hacia él, su dureza ahora firmemente presionada. Suavemente jadeando por el movimiento repentino, y tu excitación comienza a doler a la imaginación de lo que podría ser.
La única imagen en tu cabeza de él dentro de ti, te hace moler inconscientemente tus caderas contra él un poco, con la esperanza de aliviar algo de la frustración que ha estado comenzando a acumularse.
Intentabas ser sutil al respecto. Tu estómago se tensa cuando la mano de Nicholas comienza a bajar cada centímetro, pasando por debajo de la cintura de tu ropa interior y pantalones cortos, y encontrando tu intimidad.
Frotando círculos dibujados en tu zona caliente y húmeda te hace suspirar de alivio. Su toque se siente demasiado bien como para adivinar qué carajo están haciendo ustedes dos. Las respiraciones enganchadas se transforman lentamente en lloriqueos en silencio, cuanto más rápido los dedos de Nicholas trabajan.
Cuando empieza a dejar pequeñas picaduras de amor en tu cuello, explotas. Gimiendo su nombre, te corres por todos sus dedos, dejando que el placer te golpee en las olas como siempre lo hace.
Sin decir otra palabra, Nicholas te baja los pantalones y la ropa interior, que te quitas por completo con la ayuda de tus propias piernas. Arqueándote hacia su cuerpo, esperas mientras él saca su miembro y frota la punta contra ti.
— ¿Estás segura?— La áspera voz matutina de Nicholas pregunta, y es suficiente para que casi tengas un orgasmo de nuevo. El sonido de barítono bajo es lo más caliente que habías escuchado. Asintiendo furiosamente.
— Sí, por favor. Lo necesito.— Le suplicas. Estaba claro que no era necesario que se le pregunte a Nicholas dos veces, porque inmediatamente se empuja hacia ti. Te quedaste con sus largos y profundos empujones. Cada uno golpeaba el lugar correcto de una manera nueva e inesperada.
No hubo muchas palabras compartidas entre ustedes dos, solo los sonidos de sus cuerpos entrelazados entre sí. Su mano encuentra uno de tus pechos y lo acaricia mientras ambos siguen empujándose el uno al otro.
Entonces un gemido escapa de los labios de Nicholas, pero no solo un gemido. No, gime tu nombre, justo en tu oído, seguido de una blasfemia susurrada, mientras se adentra más profundamente en ti.
Te olvidaste de las respiraciones y los latidos del corazón, el sonido de tu nombre rodando su lengua en una situación como esta es lo que te lleva al límite tan rápidamente de nuevo. Tus paredes se acercan a su alrededor repetidamente mientras gritas suavemente su nombre.
— ... mierda— Nicholas suspiró después de que sus empujones se detuvieran. Con su cara enterrada en tu cuello, muerde suavemente tu hombro mientras se corre dentro tuyo.
La sensación de su semilla cubriendo cada parte de tus paredes vuelve tu mente absolutamente loca.
Nicholas se quedó dentro de ti mientras ambos recuperaban el aliento. Literalmente podías escuchar el golpeteo de los latidos de tu corazón sonando en tu oído, dejaste soltar una risa sin aliento. Él se unió a tu risa suave y efímera.
Dirigiste tu cabeza hacia él, y Nicholas se inclinó un poco para encontrarte también. Con una gran sonrisa, te observó directamente a los ojos. Ni un indicio de arrepentimiento, solo una sonrisa engreida y un claro deseo de repetir.
— Buenos días.— Dijiste en un tono de broma. Él paseo su mirada por el resto de tu cara y empujó un mechón de pelo detrás de tus orejas antes de responder.
— Muy buenos días.—
Hola!! bienvenidas a este nuevo libro de O.S!!!
Por dios chicas, yo caigo en todos los hombres tendencia. Me fue inevitable ENAMORARME.
Empezamos con el primer shot, corto pero🔥🔥🔥
Ojalá les haya gustado hermosas, no se olviden de comentar, de votar y sobre que quieren ver en los próximos shots!
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