Little bunny (8)

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La conejita termina su comida con una sonrisa en el rostro, mientras la alfa a su lado comenzaba a recoger los platos y cubiertos usados.

Nayeon observa a su novia, dándose cuenta hasta ese momento, de que ella todavía llevaba la bata y unas bragas puestas, mientras Tzuyu vestía la ropa con la que llegó. Sus ojos recorren por completo el cuerpo de la alfa, no dejando perder la forma en que se veía especialmente bien ese día.

Muerde su labio inferior cuando piensa en lo experimentada que Tzuyu se mostró, lo que provoca un sentimiento de celos e inseguridad, pues Nayeon jamás había hecho eso y creía que la alfa debía haber quedado inconforme con su encuentro.

Observa las marcas de dedos en sus muslos y palpa con sus dedos las endiduras con formas de dientes alrededor de sus pechos, aún no entendía por qué Tzuyu la deseaba tanto, ella solo era una omega común, no tenía nada impresionante, al contrario, su papá siempre le recordaba lo ordinaria que era, diciendo que ninguna alfa podría fijarse en alguien como ella.

Palpó su vientre cuando recordó una frase con la que creció “Las omegas solo sirven para tener cachorros y ¿tú? Ni para eso servirías” sus ojos se aguaron pensando que tal vez era verdad.

Tzuyu debe estar pensando la forma de dejarla para no tener que seguir cuidandola en su celo, porque entendía que ella muy seguramente estaba esperando a una omega que la impresionara, con pechos de mejor tamaño, un vientre más plano y movimientos de caderas más satisfactorios, pero ella solo era común, no tenía experiencia a comparación de su novia, quien debía haber estado con muchas otras omegas.

De forma inconsciente se llevó una mano al lugar donde debería haber una marca y su labio tiritó por el llanto en el momento que no sintió nada, ni siquiera un intento de mordisco, nada de nada.

Nayeon lo sabía, cuando una alfa se acostaba con una omega pero no la marcaba, eso solo significaba lo que ella más temía, todo había sido cosa de una sola vez.

Ella no quería eso, quería tener a Tzuyu haciendole cariñitos y cuidando de ella como hasta ahora, no quería que se fuera como su papá le dijo que haría después de usarla.

Se preguntó ¿Por qué es que la anudó? Las alfas solo anudaban a sus parejas cuando tenían un lazo, pero Tzuyu lo hizo sin uno de por medio, no podía entender.

Poco a poco la habitación se llenó de un olor agrio que sustituyó al dulce coco que llenaba toda la casa; Tzuyu dejó de lavar los platos y confundida se secó las manos para ir a ver a su novia.

Tzuyu se sentó al lado de Nayeon, luciendo preocupada -¿Pasó algo malo, Nay? ¿Te duele el vientre de nuevo?- puso una mano en el hombro de la omega, haciéndola estremecerse.

Nayeon la miró con lágrimas en los ojos y rápidamente se subió al regazo de la alfa, que asustada y avergonzada solo pudo permanecer quieta como una estatua.

La omega por fin dejó salir sus lágrimas, mojando la camiseta de Tzuyu -¿Por qué no me marcaste, alfa?- sollozó frente a ella. Tzuyu no sabía qué hacer, todo estaba bien y de repente pasa esto, no entendía nada.

La conejita se cubrió mejor con la bata -Si es por mi falta de experiencia puedo aprender, entiendo que no te haya gustado que no supiera moverme, pero es que jamás lo había hecho, soy tan patética- cubrió sus ojos con ambas manos e intentó secar sus lágrimas.

Recargó su rostro en el pecho de la chica y aspiró el aroma a café con cigarrillo -Por favor, no me dejes, te amo demasiado, dame otra oportunidad-

Tzuyu frunció el ceño, impresionada por lo que escuchaba y al mismo tiempo algo molesta -¿De qué estás hablando Nayeon?- su tono salió un poco más molesto de lo que quería, lo que la preocupó, pues sabía que las omegas en celo son sensibles a ese tipo de cosas.

La omega se encogió en su lugar -Todos saben que si una alfa no marca a su omega cuando comparten lecho y se aparean, eso quiere decir que es cosa de una sola vez- sorbió por la nariz, evitando ver el rostro de la más alta.

Tzuyu suspiró -No te marqué porque quería que fuera especial, no quería hacerlo en medio de tu celo- alzó el rostro de Nayeon y la obligó a que le sostuviera la mirada -Nada jamás me separará de ti y no me importa la experiencia que tengas, lo disfruté porque eres la chica a la que amo, no te veo como un pedazo de carne o como una incubadora para cachorros. Te veo como mi novia, el ser más preciado en mi vida- besó su frente y acarició su cabello -Ven, vamos a hacer un nido ¿Okey? Eso te hará sentir mejor- se levantó con la omega en sus brazos y subió las escaleras, en dirección a la habitación de Nayeon.

Hicieron el nido y Tzuyu abrazó a Nayeon con fuerza mientras ella enterraba su rostro en el cuello de la alfa -¿Te sientes mejor mi amor?- acarició con delicadeza la cabeza de la mayor y besó su frente.

Nayeon asintió, con las mejillas de un tono rosado mientras sentía el calor en su espalda creciendo solo un poco -Alfa, ponte una pijama- pidió mientras dejaba pequeños besos en la mandíbula de la chica.

Tzuyu asintió, se puso de pie -¿Me prestarás una tuya no?- preguntó mientras buscaba alguna pijama en el armario, hasta que encontró una de color azul cielo con muchos conejos estampados por doquier, le parecía tierna.

Nayeon intentó dormir un poco, pues la comida y el llanto la hicieron sentirse somnolienta. La taiwanesa se recostó dentro del nido con cuidado para no destruirlo y la omega de mejillas rosadas se abrazó a ella, enterrando la nariz en la curvatura de su cuello, justo donde sus feromonas olían más fuerte.

Tzuyu suspiró con un grato placer cuando los labios fríos de la omega besaron su punto de pulso y posteriormente sintió una mordida en su clavícula -Ouch, muerdes fuerte- se quejó con un tono divertido.

La conejita entre sus brazos contestó con una sola frase -Tengo sueño alfa- su voz sonaba agitada, lo que inevitablemente le recordó a Tzuyu que la coreana estaba en medio de su celo.

Ella liberó más feromonas y se acurrucó contra la omega, buscando oler el delicioso y satisfactorio coco emanando de ella. Cuando lo encontró pudo sentir un calor en su pecho y poco a poco se quedó dormida.

...

Ambas despertaron cuando el sol comenzó a pegarle en la cara a la coreana, quien suspiró e intentó incorporarse, sin embargo su cuerpo dolía como el infierno y se rindió cuando unos brazos apretaron más su cintura y una pierna se coló entre las suyas para evitar que se fuera.

Su rostro se pintó de rosa hasta las orejas cuando su nariz detectó el delicioso olor a café con cigarrillo de su novia y entonces escuchó unos murmullos en su nuca -Mhm déjame dormir más- el aliento de la contraria le puso la piel de gallina.

Tzuyu se aferró aún más a ella y mordisqueó su hombro desnudo entre sueños, mientras poco a poco pegaba más su cuerpo contra la coreana -Hueles delicioso- habló entre sueños.

Nayeon se puso tensa y poco a poco intentó alejarse, sin embargo Tzuyu comenzó a abrir los ojos -¿Qué hora es?- preguntó mientras bostezaba.

Nayeon intentó volverse a poner bien la bata que ahora estaba arrugada -N-No lo sé, apenas me desperté- contestó con la voz temblorosa por los nervios.

Tzuyu alcanzó su teléfono de la mesa de noche y vio que eran las 8:00 am -Es temprano, vuelve a dormir- abrazó de nuevo a la omega y esta vez ella fue quien enterró su nariz en la curvatura del cuello de otra.

Nayeon no supo qué hacer cuando la mano izquierda de la alfa apretó uno de sus pechos como una forma de sostenerla -Duerme- ordenó una vez más.

La conejita intentó liberarse del agarre sobre ella, sin embargo un gruñido le indicó que lo mejor sería hacerle caso a su novia.

Se acomodó contra la almohada y cerró los ojos de a poco para intentar volver a dormir.

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⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

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Little bunny // Natzu [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora