»Prefacio«

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»Lo que ella más anhelaba«

—¡Gorda!—gritó el niño de ojos marrones claros. Las lágrimas brotaron de mis ojos cuando repitió el insulto y me pegó. No podía evitar las gotas de agua que salían de mis ojos,el niño de cabello castaño era el que todos habían soñado,pero lamentablemente todo se derrumbó cuando comenzó a insultarme,pegarme y burlarse de mí.

—¡Basta!—grité con un nudo en la garganta. Sollocé en silencio,los golpes pararon por segundos,una chispa de esperanza se iluminó en mi interior,pero luego se extinguió. Otro insulto. Otro golpe.

Los golpes,al igual que los insultos,continuaron por un par de minutos,pero aquellos segundos y minutos parecieron días y horas. Cuando el grito de la maestra Castel se escuchó el pequeño salió corriendo junto a sus compañeros,ninguno de los dos detuvo al niño,ninguno me ayudó,ninguno paró con los golpes e insultos.

*

Desde ese momento,comprendí que no le importo a la gente,porque cuando la señora Castel llegó solo me preguntó que había hecho para que me hicieran eso,y ni siquiera me creyó cuando le confesé que no había hecho,ni dicho nada para que me maltraten. Entonces,decidí no intentar convencer a la gente diciendo que no había hecho nada o convencerlas que era como ellos,y no tenían alguna razón concreta para golpearme e insultarme.

En resumen,me rendí. No quería hacerlo,pero lo hice. Ya no aguantaba intentar que me creyeran,nunca lo harían y jamás cambiaría esa acción. Y por unos instantes,en mi mente,me hice aquella historia de que en la escuela secundaria me dejarían. 

No lo hicieron. No me dejaron tranquila. Me siguieron insultando como lo hacían en la escuela primaria,pero ahora era mucho peor. Palabras más fuertes,golpes más brutos que dejaban un rastro de marcas en mi piel. Pero no fue lo único que me lastimó.

Yo también tuve la culpa,y ahora ya no puedo solucionar lo que hice. Lo que logré porque creí que a nadie le importaba,eso no era cierto,pero la voz en la cabeza lo decía,y le creí. Le creí porque fui una tonta,no pensé en las consecuencias que sus "consejos" traerían. No pensé que cada día empeoraría más y más,porque yo deseaba con todas mis fuerzas ser una princesa y ya no escuchar la palabra "gorda" dedicada a mí,nunca más en mi vida.


"Se cumplió lo que ella más deseaba,lo que aquella supuesta princesa,engañada por su propia mente,anhelaba."

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