-Tranquilo cariño es solo una corbata -en un simple juego pueden ganar más de uno.
• Three Shots
• Esta obra es una adaptación, todos los créditos a @𝗞𝗶𝗺𝗟𝗲𝗲𝗔𝘁𝗲𝗲𝗻
• Hyunlix
• Smut
• Mención de otros idols/ships
• No busco dañar la imagen...
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En la casa de la familia Lee se encontraban dos personas, uno que estaba ya aburrido de tanto esperar pues el ya quería ir a la fiesta en donde los habían invitado, y el mayor solo estaba sentado leyendo la revista nueva que habían sacado su página favorita de perritos.
—Hyung ya hay que irnos, se nos hará tarde además yo ya me aburrí —habló Felix haciendo que el silencio desapareciera.
—Ya te dije que no, tu mamá me dejó a cargo en lo que se iba de viaje a Australia, además son las 6 y apenas se está empezando a oscurecer.
—Entonces voy yo solo y te espero allá —Felix solo hacia pucheros, él ya quería ir a divertirse y bailar.
—No, tú bien sabes que tu mamá te dejará ir solo cuando ya cumplas los 19, además vas a ir conmigo, eso significa que debemos de llegar juntos — volvió a hablar el mayor porque así es, él ya había cumplido los 19 desde hace meses.
—Hyung no seas tan dramático, los cumplo la próxima semana, además que es una semana, yo ya me considero alguien de 19 —dijo Felix haciéndome una expresión de ofensa pues no le gustaba que lo limitarán ya a su edad.
—Ya te dije que no, puedes ir a comer o prepara ramen, pero no, además ¿no crees que nos apuraste a vestirnos? míranos ya estamos bien vestidos para la fiesta formal informal y es hasta las 10 —Hyunjin aún seguía enfocado en la revista.
—Ya sé, pero podemos ir y ayudarles a preparar las cosas a Wooyoung y Changbin —Felix pensaba una manera de hacerlo entrar en razón —. Bueno hyung, juguemos a piedra papel o tijera, si yo gano me voy y después me alcanzas y si tú ganas me quedo callado y preparo ramen para los dos, ¿qué te parece?
—Sabemos que aunque yo gane no harás caso, pero para que veas como soy tan gentil contigo jugaremos... Piedra, papel o tijera.
Ganó Hwang, era de esperarse pues desde que tiene memoria sabe que Felix siempre sacará papel en la primera ronda.
—Nooo, eso no es justo, yo estaba seguro que ganaría con papel —Felix se acostó en el piso, pensando otra manera de irse —. Hyung, ¿Qué te parece si jugamos otro juego? el de las escondidas, te prometo que será el último que juguemos y si pierdo ahora sí ya me estoy quieto —Felix le suplicaba con ambas manos juntas.
—Bueno pero ¿Yo que ganó si es que te encuentro? —se cuestionó Hyunjin, pues ese juego significaba mucho para él, gracias a ese juego de niños es que le dió su primer beso a la persona que más ama.
—Pues obvio no ganarás, si yo gano me dejas ir ya a la fiesta y si pierdo me quedo en paz —Felix extendió su mano para poder cerrar el trato.
—Eso es muy injusto y tonto, ¿Qué te parece si yo gano haces lo que yo quiera por una semana? —Hyunjin siempre quiso ser avaricioso si se trataba de Lee, y esta vez lo mostraría.
—¡¿Qué?!, es mucho tiempo, confórmate con un día hyung —Felix mientras conversaban estaba pensando dónde esconderse para que ganase el juego.
—Bueno, un día —al parecer no pudo ser tan avaricioso.
—!Yey! Bien las reglas son que me das dos minutos para esconderme, y solo puedes buscarme durante 8 minutos, si no me encuentras yo gano, y si si lo haces pues ganas tú, ¿trato hecho?
—Bien pero recuerda que si gano harás todo lo que quiera —ambos entrelazaron su mano —, trato hecho, jamás desecho —Hyunjin se paró del sofá en donde estaba sentado, y se puso a espaldas de Felix, cerrando los ojos recargado en la puerta y empezando a contar.
Felix conocía es casa de pies a cabeza, sabía que ganaría y por eso acepto, porque muchas veces Hyunjin le diría que limpiará la casa de Kkami si es que el ganaba, entrando en su cuarto se escondió en su closet, ese no era un closet común pues en el fondo había un pequeño compartimento, en el cual muchas veces se escondió para que su mamá no supiera que había faltado a la escuela, nadie conocía esa parte de su closet, y solo faltaba esperarse 8 minutos en lo que perdía Hyunjin.
—Listo o no ya voy —gritó Hyunjin, se sentó en el sillón y esperó a que pasaran 6 minutos pues ya sabía dónde se escondería Felix, la única vez que jugaron en la casa se escondió en dónde se dieron su primer beso, y sabía que se escondería en el mismo lugar.
Ya faltaban dos minutos para terminar el juego, Hyunjin se levantó y se dirigió al cuarto de la señora Lee, abrió el armario con tal de ver a su gatito favorito, no lo vió y entro en pánico.
—Mierda, ¿Dónde está Felix? —estuvo buscando durante treinta segundos, no lo encontraba, empezó a recordar que una vez que Felix no fue a la escuela, Hyunjin se había salido para buscarlo en su cuarto, y justamente se asomo por la ventana viendo como este salía de su closet.
Hyunjin corrió al cuarto de Felix y abrió el closet, no estaba ahí, solo faltaban 30 segundos y necesitaba encontrarlo, se adentro en el y no lo vió, solo escucho un pequeño quejido, encontró una pequeña manija dentro del closet, decidió abrirlo, y ahí estaba su amigo con una cara de susto y dolor.
—Te encontré, yo gano —y justamente sonó la alarma que Felix había puesto con los segundo exactos.
—Eso no es justo, yo hice ruido pues se me había dormido mi pie y me estaba dando cosquillas —ambos seguían adentro, Hyunjin ya no sabía que hacer con el poder que poseía en sus manos, solo se acercó y lo beso, agarro sus mejillas y lo besó.
Lee se sorprendió, pero continúo con el beso, rodeo el cuello de Hyunjin y poniéndose de puntitas para poder alcanzarlo mejor, girando un poco su cabeza para tener más contacto con el mayor, el mayor por su parte bajo sus manos a la cintura de Felix acercándolo más, haciendo que sus pelvis se empezarán a rozar, chupo el labio inferior de Lee, pidiendo permiso para poder entrar más en él. Lee dando acceso a la lengua de Hyunjin el cual no tardó un segundo para poder encontrarse con la lengua del menor. Ambos movían sus lenguas y labios a un compás muy excitante para ambos, se estaban dando el placer que desde meses deseaban. Se separaron para tomar aire, Hyunjin mantenía su vista en lo ojos de Felix y lo único que veía era el deseo en los ojos del menor, deseo que el podía y quería concederle...
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