the proposal - winrina

Capítulo 5

Copas, comida por todos lados. Más que 50 invitados, Jimin sentía que habían 100 como poco. No conocía a nadie, cada persona que se cruzaba era nueva y ella solo podía sonreír y saludar. Era como si todo el pueblo se hubiera encargado de difundir el rumor de que Minjeong y ella eran algo y bastaba para que te conociera todo el mundo.

—¿Por qué no me habias dicho que eras la Beyoncé de Alaska?

—¿Cuando? Si nos hemos pasado hablando de ti los últimos tres años.

—Ven aquí —dijo Jimin agarrándola del brazo y apartando de la gente—. Tiempo muerto, ¿vale? Cálmate un poco. Tenemos que dejar de pelearnos, tienen que creer que estamos enamoradas.

—No no, por mi no hay problema. Puedo hacerme pasar por una novia enamorada, es fácil para mí, pero tu eres la que no va a poder comerse a los niños mientras duermen —dijo sarcástica.

—Muy graciosa —rodó los ojos—. ¿Cuando se lo vas a decir?

—En el momento oportuno.

—¿Y cuando es ese mome...

Alguien interrumpió saludando a Minjeong con bastante emocion.

—¡Minjeong! ¡Hola! —dijo el hombre mayor.

—Oh cielo, cuanto tiempo —dijo la mujer que le acompañaba.

—Señores Hwang, que alegría veros —sonrió dándoles un pequeño abrazo—. Esta es Jimin.

—Es un placer —sonrió.

Ambos señores la saludaron amablemente.

—¿Os puedo hacer una pregunta? —ambas asintieron—. ¿Qué hace un editor de libros?

Jimin no pudo evitar reír para sus adentros.

—Muy buena pregunta, yo también quiero saberlo —añadió un hombre apareciendo de la nada.

A Minjeong se le cambio el rostro porque no se esperaba así, de golpe, su padre apareciendo. Karina lo notó, se dio cuenta de como Minjeong se volvía rigida y distante con la presencia de su padre delante.

—Tu debes de ser Jenna.

—Jimin —corrigió la rubia.

—Yo soy Hyujin. Un placer —le dio la mano—. A ver dinos, ¿que hacen los editores aparte de comer con los autores y beber hasta emborracharse?

La mujer mayor rió por el comentario del padre.

—Por eso le gusta tanto ser editora a Minjeong, ¿cierto? —bromeó.

—No exactamente —corrigió su padre—, Minjeong no es editora, ella es ayudante de editora. La editora es Julia.

—Jimin —corrigió Jimin de nuevo, esta vez con asco.

Había pillado al padre de Minjeong por completo y ahora entendía porqué esa incomodidad con tan solo su presencia.

La mujer curiosa habló.

—Así que eres...

—Es la jefa de Minjeong, sí —respondió su padre de nuevo.

El rostro de Minjeong estaba completamente serio, tanto que no parecía ella.

—Si me disculpan, voy a por otra copa.

—Le acompañamos.

Jimin no dudó en girarse hacia la morena con el rostro confuso. La morena seguiría aun un poco ida.

—Que majo —dijo Jimin irónicamente.

Minjeong suspiró y salió de allí yendo tras su padre. Ya le había molestado que entrara a la conversación de esas maneras, pero que le tratara así como si no fuera nada... Le producía asco y rabia.