0.3 - Té de calidez

4 1 0
                                    

Dos semanas después y Jimin se encontraba en la casa de Jungkook con unas cervezas de lata sobre la mesa con musica relajante de fondo, estaban solos y la noche los abrazaba con calidez gracias al verano de Julio. Jungkook le platico a Jimin que nunca lo llamaron sobre el trabajo y aunque eso no le afectaba, estaba preocupado, no queria ser una carga para su novio al igual que Jimin con Mónica, sin embargo, Jungkook hacia trabajos a corto plazo ganando los euros suficientes para pagar la mitad de la renta o los servicios del hogar. Le conto a Jimin que él quería trabajar para mantenerse ocupado, no le gustaba estar todo el dia en el departamento como amo de casa y Jimin se rio sabiendo a que se referia.

Siguieron riendo y gozando de su plática tan amena y comoda ignorando el reloj de manecillas que hacia tik tak sobre la pared y acompañaba su platica desde que llegó la noche.

-¿Alguna vez te imaginaste viviendo en Londres?- pregunto Jungkook aclarando su garganta después de tomar un trago de cerveza.

Jimin lo pensó un instante arrugando el entrecejo llegando a la conclusión, no. Jamas se habia planteado la idea de vivir fuera de Francia mucho menos por seguir a su actual pareja, tampoco había imaginado a Mónica, por lo tanto, esto no le sorprendia del todo.

-vaya, ahora que lo mencionas. Jamas espere todo lo que ha pasado y sigue pasando en mi vida, si me lo hubieran dicho antes, seguramente los tacharia de locos- sonrio para si mismo mirando de reojo a Jungkook. Dandose cuenta que una pequeña pisca en él esperaba algo como esto, una noche acogedora más unas cervezas y una compañia que le hiciera temblar el cuerpo. Esto sin duda, lo estaba deseando y se dio cuenta de ese deseo hasta ahora que lo estaba viviendo -¿Tú, alguna vez pensaste salir de Corea?-

-la respuesta es si, pero no de la forma en que lo hice, probablemente, fue una excusa, una oportunidad que no quise desaprovechar- el tono desanimado de Jungkook llamo la atención de Jimin. Siendo inevitable no preguntar:

-¿Te arrepientes?.

El ambiente se tenso por un momento quedando en silencio total sin contar los ruidos del exterior. Jungkook echo su cabeza hacia atras colgando en el respaldo del sofá mirando el techo, Jimin supuso que estaba pensando la respuesta o analizando la pregunta. Su duda fue contestada tiempo después cuando Jungkook tomo el ultimo trago de su cerveza.

-no puedo. Si no hubiera tomado las decisiones de antes, no estaría en mi ahora, y- Jungkook regreso al animo de antes sonriendo en dirección a Jimin chocando su codo en las costillas del otro probocandole cosquillas - jamas te hubiera conocido- ambos sonrieron y Jimin agacho la cabeza avergonzado escondiendose en su flequillo algo largo -por esas razones, no puedo arrepentirme, solo estaría perdiendo mi tiempo quejandome de mi antiguo yo, descuidando a mi nuevo yo que nace cada día, y constantemente me arrepentiría de ello. Seria un círculo vicioso sin fin-

Jimin asintio dandole la razón tomando el último trago de su cerveza. Le gustaba como su mente se abría a nuevos conceptos gracias a Jungkook. De cierto modo, Jungkook tenia un don con las palabras que le hacía más relajada la tarea de pensar a Jimin ayudándolo a analizar el mundo con nuevos ojos.

-esa fue la ultima lata- escucho decir a Jungkook antes de levantarse del sofá -¿Quieres otra?-

Dandole una mirada a la lata vacia y a Jungkook rápidamente se nego, ya había tomado lo suficiente y no queria sufrir otra resaca. Amenos que sea Jungkook quien lo cuide, no, ¿Qué?. Arrugo la nariz negando varias veces con la cabeza probocandole risas a Jungkook que volvió al sofá.

Ambos seguian hablando, no de ellos, Jimin no queria que Jungkook se sintiera incómodo o invadido por alguna pregunta que llegara hacer, le gustaba como se desarrollaban con temas tran triviales como las diferencias de politicas en Francia, Corea y Londres, compartieron sus gustos tanto en la musica, literatura y estaciones del año. Se estaban conociendo a profundidad creando su propio mundo en aquel sofá que era testigo de lo relajado que estaba Jimin. Tanta era su comodidad que el sueño comenzaba a cazarlo, logrando que sus parpados se hicieran pesados casi incapaces de mantenerse abiertos. Entre sus ojos casi cerrados seguia viendo a Jungkook hablar de cualquier cosa que dejo de oir hace un rato sintiendo un zumbido en su cabeza luchando contra el sueño.

hetero, en verdad (?)  -kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora