Donde el agua y la tierra se encuentran (Namor x Shuri)

Capítulo 23 - Vestidos de noche, murmullos y susurros

Antes de la gala, estaba preparándose, muy a su estilo y en contraste con la magnificencia de la reunión de la mañana, al contrario con todo lo que mostró en ese lugar, con casi lo catastrófico que sucedía.

Shuri miraba su mano, en uno de sus dedos que había un pequeño punto rojo, una pequeña herida, como un piquete de donde se asomaba una gota de sangre.

"Era raro..."

—¿Aún tienes esa herida? —La voz de Okoye

—Si... Pero ya debe de cerrar no me preocuparé—Shuri habló despreocupadamente.

Shuri escogio un vestido negro con tirantes y escote bajo de corazón, con espalda descubierta pero ceñido a su cintura, era de un largo hasta sus tobillos.

Tenía unos guantes negros de satin a un lado de su mueble, eran unos que le llegaban poco mas atrás de su muñeca

Era elegante el conjunto y cumplía lo necesario para ser de una gala y de una reina, pero era preciso pues lo que menos quería era llamar la atención esa noche. Ya habían hecho suficiente en la reunión de más temprano, lo que menos deseaba era generar otra audiencia.

Miraba sus accesorios, eran los necesarios, sus perlas de Kimoyo en su muñeca, unas pulseras lisas de Vibranium con las garras en su interior, y en la otra mano un par de anillos iguales de vibranium, cumpliendo la misma función. Como detalle añadió el Brazalete de la madre de Namor en su atuendo, para mantener algo único en ello.

Unos largos y finos pendientes dorados que acompañaban a su collar de pantera en su cuello con toques dorados y plateados, que mantenía su traje.

Se dio la vuelta para que Okoye la mirará.

—¿Está bien así? No quiero llamar la atención más de lo que ya lo hago... Fue suficiente la presentación que hice en la reunión de estado. Una parte de mi cree que se tomó todo muy personal... Mientras que la otra confía que fue un buen juicio haber mostrado que la Pantera Negra sigue viva.

—Esta bien Shuri, lo tenían merecido, no estaban entendiendo aún cuando se los decías en el rostro... Pasemos a otro tema... Mirate en el espejo, ese vestido está precioso Shuri... Te realza, aunque desearía que usaras una de las coronas de tu madre.

—Okoye... Yo me siento extraña teniendo que asistir a estas reuniones... Aún no me siento del todo apta para el puesto... —Shuri se rió un poco —Espero que mis rizos al natural sean lo suficientemente adecuados para esto...

Okoye suelta una sonrisa mientras se acerca a la joven, mientras le indica que se siente, la mujer mayor le acomoda su cabello y de su caja de accesorios saca finos broches de vibranium bañados en oro y los coloca para formar un peinado situl que encantara como una pequeña corona.

—Me encanto esta decoración en tu cabello, es algo novedoso y elegante... Para nuestra joven Reina.

Shuri reía por las palabras de Okoye.

Okoye toma unas brochas del maquillaje y le espolvorea pigmentos dorados aleatoriamente por sus mejillas, igualando el estilo de la reunión de la mañana, dibujando con cuidado una pequeña línea dorada vertical debajo de sus ojos y pintando con un color vino oscuro los labios de la Reina.

—Está bello Okoye, gracias... —Ella se miraba en el espejo, notaba el tenue brillo que quedaba en su piel.

—Me retiro Reina, la escolta estará en una habitación separada durante la fiesta... Si sucede algo, toque sus perlas de Kimoyo, estaré atenta...

Okoye mencionó, para luego salir de la habitación y dejar a la joven sola, quién observaba su rostro y vestimenta.

Un brillo en sus ojos mostraba cuánto le gustaba, pero sentía el peso de su carga, su mirada viajaba a su cuello, donde sobre sus clavículas descansaba su collar de pantera.