Erika Ferreira es lo que pone en su DNI, aunque todo el mundo la llama Kira, ya que su verdadero nombre solo le recuerda la triste vida que tiene. Sus padres están mas preocupados porque sea un activo económico en su vida que por sus sentimientos, o...
Suspiro mirando por la ventana del tren, asumiendo que Kira ha decidido no venir.
Entiendo que lo haga, apenas me conoce y lo que le estaba ofreciendo era un poco locura. Pero no puedo evitar quedarme preocupado por cómo va a estar.
Ayer en el vestuario me pareció escucharle algo a Yellu sobre una comida y una pedida de mano, estuve a punto de vomitar oyendo como hablaba tan despectivamente de la chica. Si no me volví y le partí la cara fue porque David me frenó, porque ganas no me faltaron.
Saco mi móvil del bolsillo y llamo a Martina, sé que no está dormida porque la conozco y sé que hasta que no la llame de que he llegado a casa no se irá a dormir.
Martina: Muy pronto para estar ya en Sevilla José Ángel: El tren está a punto de salir de Madrid. Martina: ¿Y la chica? ¿Ha aparecido?
Mi hermana vive conmigo, asi que claramente le tenia que contar lo de Kira. La casa es de los dos, aunque ella se pase más tiempo en Morón de la Frontera que en casa.
José Ángel: Faltan unos minutos para que el tren salga, pero la verdad es que no tengo demasiadas esperanzas. Martina: Oye, has hecho todo lo posible por ayudarla. No te sientas mal. José Ángel: No puedo evitarlo Marti, me quedo preocupado. Martina: Ángel, le has ofrecido una salida y le pusiste el billete en la mano, mucho has hecho. José Ángel: ¿Y si sus padres le han pillado el billete? A lo mejor está en problemas. Martina: Lo hubieras sabido ya. Aquí a Sevilla del Getafe volvéis dos, y Yellu sabe perfectamente que tú tienes mucha más relación con ella que Óscar. Además, que él es de Talavera, no tiene sentido que venga para acá hasta julio. José Ángel: La verdad es que tienes razón. Martina: Anda, ponte a jugar con tu consola y así te distraes, porque dormir teniendo que coger después el coche mejor que no. José Ángel: ¿Lo dejaste donde te dije? Martina: Que si pesado, tú tranquilo. Me llamas cuando llegues a casa, ¿Sí? José Ángel: Que si, tranquila. Mañana nos vemos.
Cuelgo la llamada y escucho el sonido de las puertas del tren cerrarse. Suspiro pesadamente dejando escapar la última pizca de esperanza que me quedaba y me agacho un poco para buscar la videoconsola en mi mochila.
Kira: Perdona, pero creo que ese es mi sitio.
Cuando la escucho, creo que son alucinaciones mías, pero cuando giro la cabeza y la veo sonreír, no puedo evitar que una sonrisa aparezca en mi rostro.
El tren empieza a moverse y ella tiene que sujetarse a la barra de la zona de las maletas para no caerse, algo que nos provoca a ambos una ligera sonrisa tonta.
La veo dejar una bolsa de viaje arriba y luego quitarse la mochila que lleva en la espalda antes de sentarse a mi lado.
José Ángel: Pensé que no vendrías. Kira: Mis padres han tardado en irse a la gala benéfica de su empresa, asi que he tardado en poder salir de casa. José Ángel: Y no querías avisarme porque sabrían donde estás. Kira: Por eso me he asegurado de que se me vea sola en todas las cámaras de seguridad de la estación, aunque con la capucha no se me vea la cara. José Ángel: Chica lista. Kira: He visto mil veces todos los capítulos de todas las temporadas de CSI, Castle y Los Misterios de Laura. De algo me tenía que servir.
No puedo evitar reírme y a ella se le contagia la risa enseguida.
Kira: De verdad, muchas gracias por querer sacarme de la jaula dorada. José Ángel: Ha sido un placer, no te merecías estar en esa situación. Lo único que espero es que podamos llegar a Sevilla antes de que tus padres se den cuenta. Kira: Tranquilo. Si llegan esta noche, no se pasarán por mi habitación. Asi que calculo que no irán a mi habitación hasta el momento que llegue Yellu a casa con sus padres. Asi que tenemos hasta el mediodía o así. José Ángel: ¿Crees que te buscarán? Kira: Pues vete a saber. Si me entero que la policía me tiene como secuestrada o desaparecida iré a una comisaria y diré que me fui voluntariamente y que no quiero que me localicen. José Ángel: Puede funcionar.
La veo asentir y después apoya la cabeza en mi hombro. Sonrío sin poder evitarlo y dejo un beso en su cabeza antes de sacar mi teléfono y ponerle un mensaje a mi hermana avisándole de las novedades.
Espero que todo salga bien.
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