" Me gusta mi mejor amiga " G!P Freenbecky.

capitulo 3

Becky no podía concentrarse en nada más que en lo que había estado a punto de decirle a Freen. Esa conversación inconclusa de la cafetería la dejó con una mezcla de ansiedad y emoción. ¿Cómo habría reaccionado Freen si se lo hubiera dicho?, se preguntaba constantemente mientras intentaba concentrarse en las clases. Cada vez que veía a Freen, su corazón latía con fuerza, y las palabras que no había dicho seguían pesando en su pecho.

Esa tarde, decidieron encontrarse en el parque cercano a la universidad para estudiar juntas, como siempre. El sol de la tarde iluminaba las hojas de los árboles, creando un ambiente perfecto para relajarse, pero Becky no podía estar tranquila. Mientras Freen hablaba sobre el último proyecto de la clase de literatura, Becky apenas podía seguirle el ritmo. Estaba demasiado distraída pensando en su propio caos emocional.

Freen-Becky, ¿me estás escuchando? -prugunte, alzando una ceja, claramente divertida por la falta de atención de su amiga.

Becky-Eh... sí, claro, el proyecto... -respondi aunque no tenía idea de lo que Freen acababa de decir.

Freen rió suavemente y se acercó más, poniendo su mano en el hombro de Becky.

Freen--Oye, ¿qué te pasa últimamente? Estás rara. Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿no?

Becky tragó saliva. Sabía que no podía seguir esquivando la situación, pero sentía que si decía algo, todo cambiaría. No quería perder la cercanía que tenían, pero tampoco podía soportar más el silencio. Miró a Freen, que la observaba con una mezcla de preocupación y ternura, y sintió que se le rompía el corazón un poco más

Becky-Freen, yo... -empezó Becky, pero de nuevo, las palabras parecían atascarse en su garganta. Esta vez, sin embargo, decidió no detenerse-. Hay algo que tengo que decirte. Algo importante.

Freen frunció el ceño ligeramente, y se sentó más erguida, como si se preparara para lo que Becky iba a revelar. El corazón de Becky latía con fuerza, pero sabía que tenía que ser honesta, por difícil que fuera.

Becky--Nos conocemos desde hace tiempo, y siempre hemos sido muy cercanas -comenzó Becky, con la voz temblorosa-. Pero últimamente... siento que algo ha cambiado para mí. Me he dado cuenta de que... lo que siento por ti va más allá de ser amigas.

El silencio que siguió fue abrumador. Freen la miraba fijamente, como si intentara procesar lo que Becky acababa de decir. Becky sintió que el aire a su alrededor se volvía más pesado mientras esperaba una respuesta. ¿Qué está pensando?, se preguntaba, con miedo a lo que Freen pudiera decir.

Finalmente, Freen rompió el silencio, pero no de la manera que Becky esperaba. En lugar de palabras, Freen se inclinó hacia ella y, con una suavidad inesperada, le tomó la mano. Becky sintió el calor de su toque, y su corazón pareció detenerse por un instante.

Freen-Yo también he sentido lo mismo, Becky -dijo Freen, en voz baja, casi como si estuviera compartiendo un secreto-. Pero no sabía cómo decírtelo, ni siquiera estaba segura de lo que sentía hasta ahora.

Becky la miró sorprendida, sin poder creer lo que estaba escuchando. Las dudas que la habían atormentado durante tanto tiempo parecían disiparse de repente. Freen sonreía tímidamente, como si también estuviera luchando contra sus propios nervios.

Becky-¿Entonces... tú también...? -murmuró Becky, todavía incrédula.

Freen asintió lentamente, acercándose un poco más. Sus ojos brillaban con algo nuevo, algo que Becky no había visto ante

Freen-Sí, Becky. Me gustas. Y no solo como amiga.

El mundo pareció detenerse para Becky. Todas las inseguridades, el miedo al rechazo, desaparecieron en ese instante. Todo lo que importaba era que Freen sentía lo mismo. No sabía qué pasaría después, pero por primera vez en mucho tiempo, se sintió libre.

Se miraron en silencio por unos segundos, y entonces, sin pensarlo dos veces, Becky dio el paso que había estado temiendo. Se inclinó hacia Freen y, con el corazón latiéndole desbocado, la besó. El beso fue suave, tímido, pero lleno de la emoción contenida de tantas semanas. Freen correspondió, y en ese momento, Becky supo que todo había valido la pena.

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