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Seis meses después
Felix
Me acosté en la cama y miré los estampados florales en el techo de la habitación. Por lo general, prefería evitar cualquier pensamiento sobre él, así que me mantuve ocupado con el trabajo durante todo el día, pero en el momento en que golpeé la cama, no pude evitar pensar en él.
Han pasado seis meses desde que escapé, y la vida ha sido buena, más no excelente.
Aunque el hombre estaba al límite de la locura, sabía que había una parte de él que luchaba por resurgir, como el tipo agradable dentro de él que había visto en raras ocasiones. Él había sido un buen oyente y disfrutamos de nuestras pequeñas charlas durante la noche. Nunca había intentado acosarme sexualmente después de esa vez que le había dado un puñetazo, pero eso no excusaba ninguno de sus otros comportamientos. También se valía de los regalos cuando menos lo esperaba.
No pensé que diría esto, pero estaba empezando a echar de menos esas charlas nocturnas con él, hasta que me di cuenta de que probablemente era porque me estaba convirtiendo en un solitario.
No podía compartir nada con nadie, porque después de Christopher, tuve algunos problemas de confianza. Prefiero permanecer cauteloso la mayor parte del tiempo. Me volví a teñir el pelo de negro, como era originalmente. Yo fui yo de nuevo.
A la mañana siguiente, pasé una cantidad inquietante de tiempo mirando las pulseras de platino con diamantes que llevaba la noche en que escapé de la casa de Minho. Tenía mucha necesidad de dinero en efectivo porque incluso después de todos los ahorros, no me quedaba mucho, aunque a veces Mingyu me daba un cheque de pago avanzado, simplemente no era suficiente para cubrir mis otros gastos, así que decidí vender el costoso par de pulseras que sabía que me mostrarían buenos días, al menos por un tiempo.
Cuando fui a la tienda a venderlos, el encargado de ventas inspeccionó las pulseras, lo noté cuando me evaluó con cautela. Yo conocía esa mirada.
Probablemente se estaba preguntando, ¿qué podría un chico desaliñado como yo en ropa barata hacer con un caro par de pulseras?
Me dijo el precio que estaba dispuesto a pagar por él, lo empujé un poco más, pero se mantuvo firme en el precio dado, así que decidí tomar lo que podía conseguir. Tuve que poner literalmente una piedra en mi corazón antes de cambiar el par por el dinero porque las pulseras eran hermosos y sabía que nunca podría pagarlos en el futuro.
Para cuando volví al restaurante, ya eran más de las seis de la tarde, y debajo de mi almohadón había un sobre lleno de dinero en efectivo que podría sostenerme durante meses si lo usaba con prudencia. Ya casi era hora de cerrar cuando sonó la campana, lo que significaba que había entrado otro cliente.
Mingyu me dio una palmadita en la espalda - Yoorim tomará la orden -
Había olvidado cambiar el rótulo de Abierto en Cerrado. Bien hecho, Felix.
Ahora tendríamos que atender al cliente porque a Mingyu no le gustaba devolver a un cliente que estaba esperando. Yoorim hizo el pedido. Este fue el fin de semana especial Fish & Chips con salsa tártara y un plato de ensalada César.
- Aquí. Orden para la mesa número seis - Mingyu me entregó la bandeja con la comida, - Esta es la última orden. ¿Podrías girar el cartel de la puerta por mí? -
- Bueno - salí de la cocina, hacia la mesa. - Aquí tienes ... - Me detuve cuando noté por primera vez los familiares zapatos, mis ojos luego viajaron hacia la cara de el hombre sentado en la mesa.
Me quedé sin aliento en la garganta, no sabía cuánto tiempo estuve sorprendido porque creo que escuché a Mingyu gritar mi nombre. Mis manos temblaron y la bandeja de comida se estrelló en el piso.
Di un paso atrás, luego otro y corrí a la cocina y me derrumbé en el piso junto al mostrador.
Esos ojos oscuros me habían estado evaluando curiosamente, parecía sorprendido de verme de la misma manera que yo y me preguntaba cómo era posible. Han pasado seis meses desde la última vez que lo vi, su cara perfecta, una vez limpia, estaba descuidado, pálido y su habitual cabello oscuro, estaba sin brillo.
Cubrí mi boca con mis manos y lloré.
En un momento, Mingyu estaba arrodillado junto a mí y susurrando algo, pero no pude escucharlo porque mi mente se había distraído con él hombre en el local.
No había confusión.
Era Christopher Bang.
- Yo ... no puedo salir - le dije a Mingyu.
Kim estaba preocupado, y no parecía furioso por la comida desperdiciada. - ¿Quién es él, Felix? -
¿Qué debía decir?
¿Apresador?
¿Secuestrador?
- Ex novio- dije. Básicamente no era una mentira, porque eso era lo que la gente sabía que era nuestra relación.
Kim asintió. - Quédate quieto. Lo manejaré -
Cogí su mano. - No, Mingyu. Por favor. No le digas nada. Es... es muy peligroso -
Mingyu se rió entre dientes. - Puede que me vea así, pero puedo lanzar un golpe, cariño - Negué con la cabeza.
Si el tipo tenía un arma, que estoy seguro que lo hacía, los golpes de Mingyu serían inútiles. - Solo mantenlo ocupado, me escabulliré por la puerta de atrás - susurré.
- Bueno - él dijo.
- Mingyu - llamé. Se giró para mirarme. - Te contaré todo esta noche, pero ten cuidado - él asintió y vi a Mingyu salir de la cocina.
Cuando estaba seguro de que él estaba fuera atendiendo a Christopher, levanté mi bolso y me dirigí hacia la puerta trasera del personal, pude escuchar a Mingyu llamándome, fue cuando supe que había tomado la decisión equivocada.
Salí del restaurante, y fue entonces cuando una sombra alta y oscura que estaba apoyando su espalda contra la pared salió a la luz de la calle.
- Felix - esa voz helada me llamó. Estaba respirando pesadamente.
Él se acercó a mí, pero di un paso atrás.
Sabía que estaba atrapado.
No había escapatoria ahora.
Christopher me había encontrado.
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