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Miré el reflejo de un hombre completamente cambiado. Solía tener el cabello largo y castaño oscuro, ahora era un chico con cabello castaño claro, y reflejos rubios de cabello corto, con el tipo de maquillaje que camuflaba las bolsas oscuras debajo de mis ojos. Las ropas viejas y andrajosas desaparecieron y fueron reemplazadas por ropa de diseño. Ni siquiera podía reconocerme.
¿Qué me has hecho, Christopher?
Han pasado dos semanas desde que huí de la policía por asesinar accidentalmente a mi padre y Christopher se había aprovechado de mi situación. Al principio sentí que Christopher era un buen hombre, que me estaba ayudando proporcionándome un hogar temporal, pero he estado absolutamente equivocado. Me di cuenta que el hombre tenía otros motivos. Motivos que estaba demasiado asustado para descubrir.
No había visto el exterior por dos malditas semanas. Mi rutina se basaba en vestirme para impresionar a Christopher, comer con él y permanecer confinado dentro de las cuatro paredes durante una cantidad inquietante de tiempo. Solo tuve acceso a la biblioteca, que estaba contigua a mi habitación. Ni siquiera podía mirar la TV o usar un teléfono. Me había preguntado desde cuánto un teléfono se convirtió en todo un lujo para mí.
Tal vez debería haber apreciado más mí vida fuera.
El tipo de comportamiento violento que Christopher mostró, me sugirió que hiciera todo lo que decía. Al menos hasta descubrir qué hacer. Hasta que, Rose, la peluquera que conocí la semana pasada, hiciera algún progreso, esperaba que hiciera algo que me pudiera sacar de este lugar.
Estaba sentado en la silla reclinable, leyendo otro estúpido libro, cuando oí un golpe en la puerta.
- Adelante - dije.
Margret entró a la habitación con la misma sonrisa fea y falsa en la cara. Me fastidió más mi apestosa vida, y me pregunté si Christopher me podría dejar darle una bofetada. Solo una vez.
- Buenos tardes, joven- Margret me saludó y continuó. - El señor Bang desea verte en su habitación en cinco minutos. Creo que será necesario arreglar tu cabello. ¿Pudo ayudarte con eso? -
Mi primer error fue decirle a Margret "no gracias, me las arreglaré" y mi siguiente error fue ignorarla cuando repetía "cinco minutos" varias veces.
Nunca había estado en la habitación de Christopher antes. La idea de que él estuviera listo con objetos de tortura pasó por mi mente una vez. Llamé a la puerta y la abrí para echar un vistazo. Me encontré mirando una habitación enorme, sus paredes fueron diseñadas con fondos grises. Las cortinas negras de las ventanas, contrastaban con las paredes. Una enorme cama tamaño king, dominaba la habitación. Una araña gris colgaba del techo. Toda la decoración era negra, dando a la habitación un aspecto más... oscuro. Oscuro, pero elegante y lujoso.
Christopher estaba sentado junto a la ventana francesa. Él no parecía muy emocionado de verme. De hecho, sus ojos eran ranuras de malicia. Vestía un traje de negocios, su cabello completamente despeinado, como si acabara de levantarse de la cama. La luz del sol a través de la ventana hacía que sus ojos parecieran un par de joyas oscuras. Traté de no pensar en el hecho de que él era ridículamente guapo y traté de enfocarme en la realidad de que me tiene aquí en contra de mi voluntad.
