En los huecos de herida abierta.
El Ladrón de Sueños se desliza sigilosamente, como un cometa fantasmal que surca los rescoldos de mi alma, dejando una estela de estrellas apagadas.
Su presencia.
Plasmado como un susurro de la mente, un eco de dudas y miedos que se alimenta de la esperanza.
Como un agujero negro.
Absorbe la pasión y la ilusión con fuerza irresistible, dejando a su paso universos en declive, consumiendo todo rastro de luz en colapso.
Su influencia.
Es un campo de gravedad que distorsiona la realidad, haciendo que las creencias se tambaleen como estrellas en una galaxia en descenso apartado de toda luz.
En este paisaje sombrío.
El Ladrón de Sueños es un maestro de la manipulación, un titiritero que tira de los hilos de nuestra psique, haciendo que nuestras sombras bailen al ritmo de sus mentiras.
Su voz.
Es un eco desolado en una imagen que resuena en las profundidades de nuestros yo interno, haciéndonos cuestionar la frágil realidad de nuestra relación con la existencia.
Como un planeta en órbita.
Estamos atrapados en su influencia, sometidos a la ineludible gravedad de su poder, incapaces de escapar de la atracción fatal que nos mantiene ligados a su voluntad.
Nuestros pensamientos.
Son un laberinto de espejos rotos, reflejando el vacío que nos rodea, y el ladrón de sueños es el dueño del laberinto, el arquitecto de nuestra desesperación.
En este cosmos interior.
La luz se desvanece como una estrella agobiante, sumergiéndonos en una oscuridad absoluta, donde la nada se convierte en el único horizonte, y el vacío devora todo rastro del tiempo.
El Ladrón de Sueños.
Un monarca de la sombra, gobierna con poder absoluto sobre este reino de penumbras en nosotros, sentado en su trono de reflejos quebrados, esperando con ansias nuestro siguiente…
vildhjarta
