Practica 01

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Todo comenzó con una carta.

Colocado en el buzón de fans de su mejor amigo, Surge, una carta de amor. Él había sido citado en una de las calles de SuperCity, donde se le confesó uno de los muchos brawlers, y vuelto al área donde se encontraba Larry.
—Solo lo rechacé, ¡además de que mi estilo de vida de héroe es muy ocupado! Y...

Larry dejo escapar un suspiro de alivio.

Su "corazón" comenzaba a latir como loco una vez más. A pesar de ser un robot creado exclusivamente para Starr Park y no tener algún tipo de corazón artificial, no entendía como podía tener ese tipo de sentimientos o sensaciones, tal vez era defectuoso, o tal vez era obra de esas gemas moradas de mala fama.

No lo sabia, pero sabía que la causa era Surge. Era gracias a él por lo que sabía que era el "amor".

« Esto me confunde un poco, después de todo, no soy humano, pero... »

Ya que ambos estaban tan concentrados en sus respectivos deberes, Larry nunca había hablado con él sobre el amor y cosas así antes, era un tema cursi después de todo, y es por eso que asumió que él no estaba interesado. Tal vez rechazo la confesión de ahora, pero quien sabe que pasaría la próxima vez.

Fue en ese momento que Larry consiguió la determinación para hacerlo.

« ...¡Voy a confesarme hoy, definitivamente lo haré!»

Tomando una respiración profunda, Larry miro la espalda de Surge.
Eran treinta minutos antes de que Starr Park cerrará, y eran los únicos en el área donde Larry solía vender los tickets junto a su hermano.

Ambos tenían una amiga en común, y era Meg, más que nada, cercana con Surge. Era parte de su mismo trío, y fue suficientemente convincente para hacer que Lawrie y Max fueran a descansar. Ella había conseguido... corrección, ella había obligado a los dos robots a que estuvieran solos.

« Nunca me había sentido tan nervioso... »

Entrelazaba sus dedos de manera juguetona para combatir lo que sentía, además de que sus rodillas chocaban unas con las otras.

« ¿Que hago? Tal vez debería esperar hasta mañana... »

Quería hacerlo, realmente quería huir, pero eso no era una opción. Tenía que ser optimista, ese era uno de sus principios, pero parecía que su programación independiente se volvía más desafiante.

El sabía que en el romance, el tiempo era crucial. Puesto que en una de esas novelas románticas, leyó que las potenciales parejas podían perder sus oportunidades si esperaban demasiado tiempo.

Todo lo que necesitaba era un momento de coraje.
Pero, lamentablemente no duraría para siempre.

« ¡Yo, Larry, llevare mi plan a cabo ahora! »

Saco su libro de reglas y le dio un breve beso, pidiéndole que este le diera suerte.

— ¡Surge! ¿Tienes un minuto?

A medida que la luz por la puesta del sol se hacía cada vez más notoria, Larry se esforzó para decir esas palabras. Surge se dio la vuelta lentamente, y con una sonrisa en su rostro, sus miradas se encontraron.

—¡Ah! ¿qué es lo qué pasa?

Larry endureció su postura para que su voz no temblara. Apretó los puños, y dijo:

Ensayo de Confesión | Larry x SurgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora