Practica 02

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La rutina en Starr Park nunca era monótona, y para Larry, su día comenzaba con el incesante flujo de visitantes que llegaban a la entrada principal.

Con una sonrisa cortés y de actitud amable, extendió los tickets a cada nuevo cliente, a cada uno lo recibía con una breve bienvenida y una que otra recomendación de que atracciones visitar.

Pero ese día, mientras el sol brillaba alto sobre el parque, su mente estaba lejos de los tickets y las sonrisas.

— Gracias por venir a Starr Park. ¡Disfruten su visita!

No podía evitar que sus pensamientos se desviaran hacia la tarde pasada, la de el ensayo de la confesión.

Aún recordaba el momento en que le confesó sus sentimientos a Surge, finalmente había logrado decirle lo que sentía por el, aunque el malentendido que el mismo creo lo había dejado con un nudo en el pecho.

« ¿Qué me poseyó para decir eso? »

A pocos metros de él, Lawrie, el hermano de Larry, patrullaba la zona, su mirada siempre atenta, su postura rígida. Con un taser firmemente sujeto a su cinturón, su presencia intimidaba a cualquiera que pudiera pensar en causar problemas. Se movía como una sombra protectora, vigilando no solo a los visitantes, sino también a su hermano.

El se mantenía haciendo su trabajo, sin embargo, de vez en cuando lanzaba una mirada severa a Larry, intentando descifrar lo que pasaba por la mente de su gemelo.

« ¿Ahora que tiene este? »

Desde la sala de control, R-T observaba todo a través de las cámaras de seguridad. Sus ojos escaneaban las imágenes en múltiples pantallas, vigilando a cada persona, en cualquier lugar, momento, o segundo. La conexión constante que tenía con Larry y Lawrie le permitía informarles al instante sobre cualquier situación que requiriera su atención.

— Larry, observó un grupo de visitantes intentando acceder a una de las zonas prohibidas del parque.

Había informado R-T con un tono frío pero a la vez amigable al mencionado, pero este parecía muy absorto en sus pensamientos.

Larry se tenso y tardó en darse cuenta de que le dirigían la palabra a él, pero aún así estaba agradecido por la distracción que lo alejaba de sus pensamientos. Ajustó su sombrero y se dirigió hacia la zona señalada, encontrando a los visitantes al borde de la valla de seguridad. Con una sonrisa conciliadora, se acercó.

— Señores, lamento la inconveniencia, pero no se permite la entrada a visitantes en este lugar. Por favor, sigan las indicaciones y manténganse en la zona correspondiente.

Mientras Larry trataba de convencer a los visitantes, Lawrie se acercó con pasos firmes, el taser resplandeciendo bajo la luz del sol. La expresión severa en su rostro dejó claro que no aceptaría excusas.

— Hagan caso a mi hermano y muévanse. Ahora.

Apareciendo frente a frente a aquellos visitantes, aquel tono de voz tan cortante y palabras tan punzantes hizo dispersar a los más temerarios.

Larry dejó escapar un suspiro, viendo de reojo a Lawrie y volviendo a sumergirse en sus pensamientos.

« Lawrie es realmente genial, es muy intimidante y sabe hacer bien su trabajo. »

Y fue cuando volvió a soltar otro suspiro, pero con una muy leve tristeza.

« Desearía ser igual de talentoso que el »

Fue eso cuando pensó en contarle a Lawrie sobre el ensayo de el otro día, ¡tal vez el podía ayudar! pero pensándolo bien...

« Tengo que arreglar el problema que yo mismo hice, y además, Lawrie es una causa perdida en cuanto estos temas »

Ensayo de Confesión | Larry x SurgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora