No con prisa I LingOrm I

Capitulo 6

Una tarde inusualmente soleada, apenas unos días antes de Navidad, Orm se encuentra en Stanley Park, con los dedos de Ling entrelazados con los de ella y Tofu zigzagueando entre sus piernas, estirando la correa de su perro hasta donde puede.

En el fondo, está convencida de que está soñando despierta otra vez.

—Solo digo —, suspira Orm, pateando una pequeña piedra que se interponía en su camino y mirando a Ling. — Están todos metidos en mis asuntos y es molesto.

Ling se ríe de esto, sacudiendo la cabeza mientras tira un poco de Tofu hacia atrás. — Son tus hermanos, Orm. Probablemente solo estén preocupados.

— No están preocupados — Orm pone los ojos en blanco — . Saben que estoy aquí, saben que conocí a alguien y ahora están fisgoneando, porque son unos imbéciles molestos.

Ling encuentra un trozo de césped que le parece agradable y tira de Tofu hacia atrás para liberarlo de la correa. Observa cómo empieza a correr en círculos por un momento, justo antes de sentarse contra un árbol y arrastrar a Orm con ella, apoyando la cabeza en el hombro de Orm y envolviendo sus brazos alrededor de su cintura.

Ella deja escapar un zumbido de satisfacción una vez que están acomodados y comienza a jugar con los dedos de Orm.

Después de un momento, ella dice: — ¿Qué hay de malo en que se lo cuentes?

Orm quiere darse la vuelta para poder mirar a Ling porque este parece el tipo de conversación que deberían tener mientras mantienen algún tipo de contacto visual , pero está demasiado cómoda en sus brazos, por lo que se conforma con llevar una de las manos de Ling a sus labios justo antes de abrir la boca nuevamente.

—No pasa nada —, dice y hace una pausa. — Simplemente no sabía si querrías que lo hiciera o no.
Siente un escalofrío recorrer su columna cuando la punta de los dedos de Ling empuja su cabello hacia atrás, justo antes de que sus labios toquen la piel del cuello de Orm.

Luego dice: — Te presenté a mi papá el día que llegué aquí, Orm.

Tiene razón, pero, por otra parte, — dijiste que era tu amiga. Freen y Win... saben que conocí a alguien.
Ling se queda en silencio por un momento, y Orm está a punto de darse la vuelta y disculparse por haber hecho estallar todo cuando siente que Ling le da otro beso en el cuello.

— Puedo presentártelo como mi novia, si quieres — susurra, la combinación de sus palabras y su cálido aliento contra la piel de Orm hacen que a Orm le resulte difícil concentrarse.

Sin embargo, cuando las palabras hacen clic en su cerebro, se encuentra luchando por encontrar la mirada de Ling.

—¿Acabas de...

Ling parece divertida: — ¿Qué, cariño?

—¿Novia?

— Bueno — se encoge de hombros Ling— . Nos hemos besado mucho estas últimas semanas...

— Ling — resopla Orm— . Lo digo en serio.

Ling junta sus labios en un beso que es lo suficientemente largo para dejar a Orm mareada, pero lo suficientemente corto para hacerla desear más.

— Yo también hablo en serio. — Luego sonríe— . En algún momento tendrás que empezar a creer lo que te digo.

Orm le da otra mirada de desaprobación, pero no pierde tiempo en besar a Ling, esta vez lo suficiente para dejarla satisfecha.

(Al menos durante los próximos cinco minutos.)

— ¿Crees que tal vez…? — Se muerde los labios y Ling le aprieta las caderas, instándola a continuar— . Mis hermanos y yo cenamos juntos todas las semanas, como sabes, y la Navidad es algo muy importante para nosotros. — Hace una pausa— . Uh, supongo que lo que quiero decir es… bueno, ¿te gustaría unirte a nosotros? Y tal vez puedan conocerte y dejar de molestarme…