capitulo 5: La batalla final

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Mientras Clara y su papá regresaban al pueblo, las cosas en Ahuata estaban peor. Los infectados estaban rompiendo la barrera poco a poco, y el robot infectado lideraba el ataque con golpes que sacudían el suelo. XR-27 y los Guardianes luchaban con todas sus fuerzas, pero sabían que no podrían contener a los infectados por mucho más tiempo.

"¡Debemos resistir!" gritaba XR-27 mientras disparaba sus rayos de energía. "¡No podemos permitir que entren!"

De repente, Clara y su papá llegaron corriendo a la plaza, jadeando.

"¡Tenemos que ir bajo tierra!" gritó Clara. "¡Hay algo que controla el virus desde abajo!"

Pedro, que estaba organizando a los aldeanos para defenderse, se acercó rápidamente. "¿De qué estás hablando, Clara?"

"¡El robot que encontré! ¡Dijo que la fuente del virus está debajo del pueblo! Tenemos que desconectar la red, o los infectados nunca se detendrán."

XR-27 escuchó la conversación y sus luces parpadearon. "Es posible. La red subterránea fue construida hace años para controlar las máquinas de la región. Si el virus ha infectado esa red, entonces es el origen de todo."

Sin perder más tiempo, XR-27 lideró a Clara, su papá, y a Pedro hacia una entrada oculta cerca de la plaza. Al abrirla, encontraron una escalera que descendía en la oscuridad. Mientras tanto, los robots Guardianes se quedaron en la superficie para defender el pueblo, aguantando el ataque como podían.

Bajaron por la escalera y, después de caminar por un túnel largo y estrecho, llegaron a una sala llena de viejas máquinas y cables que se enredaban por todas partes. En el centro había una enorme consola con luces rojas que parpadeaban sin parar.

"Ahí está", dijo XR-27. "Esa es la fuente. Debemos desconectar el núcleo de la red."

Clara miró la consola con nerviosismo. No entendía mucho de tecnología, pero sabía que debía hacer algo. Con ayuda de XR-27, Clara y su papá empezaron a desconectar los cables uno por uno. Las luces rojas comenzaron a apagarse poco a poco, pero de repente, el sistema lanzó una alerta.

"Advertencia: desactivación incompleta. Virus resistiendo."

"¡Rápido, Clara!" gritó su papá. "¡Tienes que desconectar el último cable!"

Clara vio un gran cable rojo conectado a la consola. Parecía ser el que controlaba todo. Con manos temblorosas, lo agarró y tiró con todas sus fuerzas. Al hacerlo, las luces de la sala se apagaron por completo y el sonido de las máquinas se detuvo.

Arriba, en la superficie, los infectados se detuvieron de golpe. El robot infectado que lideraba el ataque cayó al suelo. Los aldeanos y los Guardianes miraron con asombro cómo los infectados, humanos y máquinas, dejaban de moverse.

"¡Lo logramos!" gritó Pedro desde la entrada del túnel, mientras todos empezaban a salir.

Clara y su papá subieron corriendo a la superficie, donde vieron que el pueblo estaba a salvo. El ataque había terminado, y el virus había sido desactivado desde su fuente.

XR-27, con sus luces ahora más suaves, se acercó a Clara.

"Tu valentía salvó este pueblo, Clara", dijo el robot. "El virus ya no es una amenaza."

Clara sonrió, sintiéndose orgullosa, pero también agotada por todo lo que había pasado.

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Ahuata volvió a la tranquilidad, aunque nada sería igual. Los aldeanos seguían recordando ese día como el momento en que un virus casi destruyó su hogar, pero gracias a Clara, a los Guardianes y al descubrimiento del viejo robot, el pueblo fue salvado.

Los robots Guardianes se marcharon poco después, llevándose a los infectados y prometiendo vigilar cualquier posible reaparición del virus. Ahuata quedó en paz, y Clara nunca olvidaría la increíble aventura que vivió.

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⏰ Última actualización: Oct 21 ⏰

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