Parte 5. Contradictorio.
Mentirse a sí mismo no era tan malo como parecía, es más, creía que esa era la mejor manera de ahogar sus tristezas y males. Una realidad falsa lejos de Louis. Divirtiéndose y viviendo al máximo, gozando del mundo a sus pies pero a veces, cuando miraba el cielo brillar al atardecer, tenuemente bañado en una luz azulada y gris recordaba los ojos de Lou y su interesante humor. Su vivas sonrisa o el sonido de su voz en sueños, eso era lo que mantenía a Harry realmente activo durante el día. Lo quería, no, lo necesitaba porque lo amaba profundamente y por la misma razón le odiaba.
Odiaba despertar a mitad de la noche y no encontrar unos fuertes brazos rodeando su cintura dispuestos a protegerlo pasara lo que pasara, odiaba que por la mañana nadie se riera de la sarta de tonterías que balbuceaba mientras dormía, simplemente odiaba que Louis no hubiese hecho el mínimo intento de buscarlo desde que había partido hacia un mes. Louis Tomlinson era un tipo complicado, demasiado complicado para Harry, y él, ya se había convencido de ello. Estaba mejor solo y comenzaba a gustarle LA. Enserio, se sentía fresco y lleno de vitalidad. Vitalidad que termino en cuanto vio fotografías de Louis de la mano con Eleanor cerca del campo de futbol en donde el primero practicaba.
Rompió el espejo sin importarle los vidrios, golpeo las mesas y sillas sin importarle los cargos que añadiría el hotel a su cuenta y después de llorar un rato se fue a dormir.
No había sabido nada de Lou hasta entonces pero al parecer estaba bien y ya que iba a jugar en el próximo partido quizás ya no consumía drogas. Harry creyó que su presencia ya no era requerida y que su chico pasaba por una buena etapa, ni siquiera le paso por la cabeza que su abuela había muerto y que se sentía más solo que nunca. Tampoco pensó en volver a menos que se viera obligado a hacerlo, y si, se arrepentía de haberse ido desde un principio. Contradictorio.
