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Las personas creen que porque son destinados su convivencia era mucho más fácil, pero no era así. A pesar de que se amaban con todo su corazón, sus personalidades chocaban mucho y ésto causaba situaciones algo... peculiares.

—¿Qué te dije de dejar las toallas regadas por todas partes?— el mayor lo miró con el ceño fruncido.

—Que... ¿no lo volviera a hacer?

—Exacto, Jake. Esas cosas contraen mal olor si no las secas bien— cruzó sus brazos.

—No te enojes~ a la próxima no las dejaré tiradas— le sonrió inocentemente a su mayor— además, tú también dejas tu ropa interior tirada y yo no te digo nada— lo miró desafiante.

—No estamos hablando de mí.

Jake lo miró con el ceño fruncido.

—A veces eres insoportable— gruñó.

—Yo también te amo Jakey— el mayor lanzó un beso al aire.

Jake rodó los ojos y se levantó del sofá.

—¿A dónde vas?

—A la cocina, ésta pequeña discusión me dio hambre— se encogió de hombros.

—Yo cocinaré, no quiero que vengan los bomberos como la última vez que tú lo hiciste.

—¡Fue una falsa alarma! ¡Ni siquiera hubo fuego, sólo fue humo!— hizo un pequeño puchero.

—Avitemos los inconvenientes— besó el pucherito del omega—. ¿Qué quieres comer?

—Mmm... ¿pasta?, aún no hemos almorzado.

—Pasta será— el alfa fue directo a la cocina con Jake siguiéndole.

—Ya falta poco para tu graduación— habló Jake— ¿estás emocionado?

—Un poco, por fin descansaré de los maestros y mis insoportables compañeros— sonrió— aunque ya no podré verte a ti por los pasillos— puchereó.

—Heeseung, literalmente vivimos juntos, nos vemos todos los días.

—Pero no es lo mismo, extrañaré besarte en medio de los pasillos antes de entrar a clase— Jake se sonrojó.

—Podrás besarme aquí en casa— dijo en tono bajo.

—¿Si? Porque me gustaría hacerlo justo ahora.

El alfa tomó al menor de la cintura acercándolo más a él, con una mano tomó su rostro y acarició todo el contorno de éste suavemente, acercando más su rostro con cada caricia que proporcionaba. Sus respiraciones se mezclaban y ambos ya tenían sus ojos cerrados ansiando el contacto de sus labios. Heeseung se empujó un poco más al frente y chocó sus labios con los de su chico en un lento pero profundo beso. Jake pasó sus brazos sobre los hombros del mayor y enredó sus dedos entre los largos mechones de cabello que caían por la nuca del alfa. Una pena que alguien interrumpiera su íntimo momento.

—¿Esperas a alguien?— Heeseung hablaba agitado.

—No que yo recuerde. Iré a ver— Jake salió de la cocina mientras Heeseung comenzaba a cocinar el almuerzo.

El alfa se preguntaba quién podría ir a visitarlos ese día, por lo general ni sus familias solían visitarlos, siempre eran ellos los que iban a casa de sus padres.

—¡Papá!— pudo escuchar el grito de su omega desde la entrada.

Suspiró, Heeseung sabía que sería un largo día.

—¡Suegro!— salió de la cocina con una sonrisa para saludar al mayor.

—Hola Heeseung— respondió Chan de manera seca.

𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐊𝐢𝐬𝐬 𝐌𝐲 𝐒𝐨𝐧 ʰᵉᵉʲᵃᵏᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora