Los trece *EN CORRECCIÓN*

XVI

Emma Sachs

Estaba atenta a todo y todos desde una esquina. Intentaba analizar sus movimientos para poder deducir sus reacciones, lo intentaba, pero no lo lograba. A fin de cuentas nunca había sido buena para esto.

Estaba entrenada, claro que lo estaba, había pasado toda mi maldita vida luego de la muerte de mi mamá entrenando. Y solo para sentir que merecía el puesto que Don maldito Sachs me estaba quitando por dárselo a uno de sus hijos perdidos.

Lo había intentado, pero me rendía en el proceso. Y una de esas rendidas me costó la visión del ojo izquierdo. Aún sentía el ardor de esa niña de ocho años cuando le pasaron aquella espada filosa por la cara sin ningún remordimiento.

Aún tenía que vengarme, por ello no debía morir. Haría lo necesario para sobrevivir solo por mi necesidad de vengarme.

Y lo necesario era acercarme a los Borisov, si ellos también lo querían matar me ayudarían. Aunque también era probable que me mataran a mi primero. Pero podría con el riesgo, ya tenía un plan estructura solo debía seguirlo.

Era obvio que la chica no me soportaba, pero el chico era un poco más tolerante, solo debía seguir a su lado, y las pruebas me ayudaban, así podría ganar su confianza y luego darle mi plan.

Pero tenía que ser paciente, además, seguro en estos cuatro meses me daba tiempo, si no, estaría perdida.

Jack Borisov

Todos seguíamos en la sala esperando la hora de la prueba. Dijo que sería en la noche, por eso veía el reloj. Faltaban dos minutos para las seis. Veía con atención, contaba los segundos en mi mente. Un minuto. Me preparaba física y mentalmente. Lo más seguro era que me sintiera mal, como en cada cambio de escena. 3... 2... 1... cambio.

Escuché quejidos y gritos ahogados por el cambio repentino para ellos. No veía casi nada al principio, estaba todo completamente oscuro. Al fin y al cabo ya era de noche.

Pero sentía, sentía la presencia de mi hermana cerca. Estaba a mi lado, junto con los Lane y Falco, estaba bien.

-Y ahora... ¿Qué hacemos? -identifiqué su vos, Reiter.

No sabía como había sobrevivido a tanto, incluso no sabía como había terminado ese hoyo en su pecho, pero tenía sospechas, pues el aseguraba no recordarse de lo que sucedió. Así que todo era un misterio.

-Sobrevivir ¿No? -respondió en tono burlesco su amiga íntima.

Al aclararse mi visión creé un plan. Plan para nuestro "grupito", como ahora lo estaban llamando. Solo era una alianza, para mí lo era. Para Mila era un amistad. Pero yo no tenía amigos, lo más cercano que tenía a un amigo era Mila, pero ella era mi hermana. Solo a ellos debía intentar proteger, al final ellos eran los que siempre habían estado. Incluso en nuestros momentos más bajos.

Mi plan era simple, tan simple que solo consistía en tres acciones, uno: buscar un lugar seguro, dos: buscar comida y recursos suficientes, tres: dormir. Y ya, eso era todo. Sabía que no todos dormirán, eso era sólo para los hermanos Lane y quizás Mila, aunque no estaba tan seguro. De lo que sí estaba seguro era que Falco y yo nos mantendríamos en guardia toda la noche.

Inicié mi plan reuniendo a todos en un círculo para que nadie más pudiera escucharnos. Les conté sin esperar respuestas, solo asentimientos. Nos fuimos en busca de un lugar mientras los otros se quedaban atrás sin saber que hacer.

Emma Sachs

Veía al grupo de Borisov alejarse y eso no me convenía, debía acercarme.

Jalé a Isaac del brazo llevándolo conmigo, tenía que encontrar la manera de acercarme sea como sea, incluso si tenía que usar a Reiter.