𝘽𝙧𝙞𝙙𝙜𝙚𝙩 𝙫𝙚𝙧𝙨𝙞𝙤́𝙣:
7:46 Pm
- Que estresante es cambiar de escuela constantemente - Dije a mi hermana, Tory.
- Ya sabes que es por la enfermedad de nuestra mamá - Dijo Tory suspirando - con nuestros trabajos si podemos vivir aquí, pero donde vivíamos antes no, la renta era muy cara y el lugar muy apestoso- Dijo sentándose en el sillón.
La mire con cara de cachorro triste y luego nos pusimos a reír, siempre nos burlamos de ese tipo de gente, nos parecía ridículo, además siempre habíamos tenido esa conexión unica, solo nos mostramos así con nosotras mismas y nuestra mamá, eran las únicas que sabían exactamente como soy yo y yo se como son ellas.
- Voy a ir al centro comercial que vi por aquí, vuelvo enseguida - Dije agarrando un poco de dinero y mi cartera, me despedí de Tory y mamá y me fuí al centro comercial.
Caminaba en la calle escuchando música ignorando cualquier ser vivo que existía a mi alrededor.
Estaba en la tienda cuando un chico morenito y pelinegro se me acerco.
- Hola, soy Miguel Díaz soy nuevo y no conozco mucho de aquí, te gustaría ser mi amiga? - pregunto el chico notablemente nervioso.
Me di la vuelta mientras agarraba unos doritos y lo miraba.
- Bridget Nichols, aunque no podría enseñarte mucho de por aquí, yo también acabo de llegar - Dije rápidamente.
— Seguro tiene un gancho pequeño — Dijo una voz.
Los dos nos giramos y vimos a un hombre rubio esperando por la pizza que tenía en la mano el vendedor mirándolo confundido, nos acercamos y el hombre rubio le preguntó a Miguel que era lo que le había dicho.
Miguel le contestó y el hombre se enojó con el vendedor tirándole el dinero al suelo y se fue con su pedazo de pizza manoseado.
Agarre una caja de cerveza deje el dinero en la mesa sin que me viera el vendedor y me despedí de Miguel para ir con el hombre rubio.
- Ten, para acompañar la pizza - Le dije dándole la Caja de cervezas, el hombre me miro sorprendió pero las aceptó.
- Gracias - Dijo agarrando las cervezas y tomándose una.
Me aleje de el y me iba a ir hasta que escuche el nombre de Miguel entre risas, me di la vuelta y estaban golpeando a Miguel, le tiraron la medicina que había comprado en la cabeza, fuí hasta ahí y les grite.
- ¡Ya dejenlo en paz ! - Dije tratando de acercarme, me agarraron de los brazos mientras dejaban a Miguel en el suelo retorciendo todo su cuerpo del dolor, un chico pelinegro y de rasgos asiáticos se acercó a mi y me toco el cabello.
- Miren que belleza hay aquí - Dijo acercándose a mi pero le di una patada en su parte íntima haciéndolo caer, sus amigos me gritaron y me golpearon la cara haciendo que me cayera al suelo, me toque la zona afectada con un poco de lágrimas en mis ojos por el impacto.
- ¡Perra! - Me gritaron.
Me pare y le golpee la cara tal cual el lo hizo conmigo.
De la nada el hombre rubio grita — ¡Ey! no toquen mi auto — se acercó hacia donde estaba el pelinegro con rasgos asiáticos y este se burló.
— No se meta, viejo — Dijo el chico pelinegro, le dio un golpe en el estómago y dos de sus otros amigos lo sujetaron y el chico lo golpeo.
El hombre se enojó con el chico y los golpeo a todos, esta a haciendo... ¿Karate?, los golpeaba y dejaba tirados , haciéndoles barridos y usando su fuerza en contra.
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𝗔𝗺𝗼𝗿 𝘆 𝗸𝗮𝗿𝗮𝘁𝗲- 𝖱𝗈𝖻𝖻𝗒 𝖪𝖾𝖾𝗇e
Fiksi RemajaBridget Nichols una chica de 15 años con una hermana, cuya madre parece de una enfermedad decide unirse a un dojo de karate tras ser golpeada por un grupo de , trabaja en la empresa de autos de LaRusso y conoce a Robby. Robby Keene un chico de 16 a...