entre el pasado y el presente

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Algunos dicen que el amor es ese sentimiento intenso del ser humano que, desde su propia insuficiencia, busca y anhela la unión con otro ser. Otros, en cambio, lo definen de manera opuesta, especialmente quienes han sufrido la ruptura de su corazón: el amor se convierte en una sensación profunda y contradictoria, un eco de promesas que alguna vez trajeron luz, pero que ahora proyectan una sombra persistente. Es la fragilidad de haber entregado el alma sin reservas, solo para descubrir que los cimientos en los que se confiaba se derrumbaron. Para ellos, el amor ya no es solo dulzura, sino una amarga mezcla de recuerdos que oscilan entre la belleza de lo que fue y el dolor de lo que nunca más será.

Todo el mundo tiene una definición distinta del amor, según sus experiencias, creencias, o lo que les han hecho creer. Pero entonces, ¿por qué ella, Violeta, no tiene una? ¿O sí la tiene? ¿O quizás no?

Esas preguntas rondaban la mente de Violeta, quien llevaba más de dos horas sentada en la terraza de su piso, inmóvil en uno de los sillones, contemplando las estrellas en busca de respuestas. Reflexionaba sobre lo que sus amigos le habían dicho esa misma mañana: ¿sería verdad que sentía algo por su profesora de inglés? La idea le parecía absurda, completamente irracional. ¿Cómo iba a sentir algo por su profesora, si apenas la conocía? Solo hacía unos días que había empezado a darles clase. Pero entonces, ¿por qué sentía esa extraña sensación cuando estaba cerca de ella? ¿Por qué su corazón se aceleraba con solo escuchar su voz, o verla moverse con esa tranquilidad segura, pero a la vez con una dulzura que parecía reservada únicamente para ella?

—¿Cómo voy a saber si siento algo? —se preguntó, frustrada—. Si nunca supe lo que es sentir de verdad.

Una lágrima solitaria se deslizó por su rostro, y esa simple gota fue suficiente para romper el dique. Ya no importaba más; las lágrimas comenzaron a caer en silencio, desbordando el cúmulo de emociones que había intentado controlar.

En sus relaciones anteriores, el amor siempre había sido algo lejano, un ideal que nunca había podido alcanzar. Se sentía como si estuviera intentando leer un idioma que no comprendía. "Si nunca he tenido una conexión genuina", pensó, "¿cómo voy a distinguir entre una atracción pasajera y algo más profundo?"

De repente, su mente dio un giro. ¿Y si no era solo atracción? ¿Y si era algo más? Un escalofrío recorrió su cuerpo. El miedo la envolvió, un agobio familiar que la inundó tras todo lo que había vivido. No era algo nuevo, pero había aprendido a convivir con ello.

Un sonido la sacó de sus pensamientos intrusivos. Era la puerta. Había olvidado por completo que Denna, su mejor amiga, regresaba de su viaje a Roma.

—¿Hola? ¿Violeta? —preguntó Denna, entrando con su equipaje aún en las manos. Caminó por el piso hasta notar que la luz de la terraza estaba encendida—. ¡Vioooooooo! —chilló con emoción al verla, corriendo hacia ella para darle un abrazo. La había echado tanto de menos. Pero su expresión cambió de inmediato al notar las lágrimas y la mirada perdida de Violeta. Se separó del abrazo y la miró con preocupación—. ¿Vio? ¿Qué te pasa, amor?

Denna dejó caer su equipaje y la rodeó con un abrazo más fuerte, casi desesperado, como si con su contacto pudiera borrar todo el dolor que sentía su amiga. Violeta temblaba ligeramente, hundida en las emociones que había reprimido durante horas. Las lágrimas caían silenciosas, empapando la camiseta de Denna, pero ella no se movió. No dijo nada más. Solo le ofreció lo único que sabía que Violeta necesitaba en ese momento.

—Denna... tengo miedo —murmuró Violeta, con la voz quebrada por la confusión, tristeza y temor que la asfixiaban. No era común verla así, tan vulnerable. Violeta siempre había sido la fuerte, la que mantenía el corazón firme frente a todo. Pero con Denna... con Denna no hacía falta fingir. Desde que eran bebés, compartían un lazo inquebrantable. Sus madres habían compartido habitación el día de sus nacimientos. Desde el primer minuto de vida, habían estado juntas, y Violeta sabía que con ella no necesitaba esconderse.

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⏰ Última actualización: Oct 12 ⏰

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