¿Que pasaría si un día encuentras a tu bully tocándose? O aún peor... ¿Que pasaría si en vez de encontrarte con un gran paquete encuentras otra sorpresa?
Está es la historia en dónde un nerd, antisocial con un solo amigo y rarito, termino enamorado...
—Sonic... Sonic... ¡¡Sonic The Hedgehog!! —al escuchar el fuerte grito volví a la realidad y dirigí mi atención a mi amigo.
—Si Silver... ¿Pasa algo? —contesté con una sonrisa.
—Pues llevas casi todo el día mirándome con una cara de culo, sin decir nada, como si quisieras preguntarme algo —respondió molesto— aparte que no has comido ni un pedazo de torta que ha preparado mi mamá para ti, es obvio que te pasa algo.
Hoy era viernes, bendito viernes, hace unas horas había salido de mis clases, y Silver vino a visitarme, de paso fuimos a la cafetería para poder comer un poco antes de irnos y salir por algunos lugares.
Silver tenía razón, algo me pasaba, en todo lo que estuvimos sentados, no le había puesto ni la más mínima atención, y es que mi mente solo podía pensar en lo que pasó con Shadow hace tres días.
Mi mente estaba más confundida que la vez que mi mamá me explico cuál era la diferencia entre el perejil y el cilantro, pues es que jamás en mi vida me imaginé a Shadow gimiendo el nombre de mi mejor amigo mientras llegaba al orgasmo, y es que enserio, jamas lo imaginé, pues por un equivocado, incluso quise preguntarle. Pero ese día, cuando paso eso, el solo...
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Flashback
Las piernas de Shadow seguían temblando, podía ver cómo su coño palpitaba por el reciente orgasmo, se respiración era agitada, el había apartado sus dedos de su entrada y comenzó a acariciar su clítoris de forma lenta, aún no se había dado cuanta de lo que había dicho...
—Shadow tú... ¿Pensabas en Silver? —aún seguía en shock, ya había dejado de grabar y había colocado mi teléfono en mi bolsillo del pantalón.
En cuanto le pregunté eso, dejo completamente lo que estaba haciendo, se levantó de la cama con algo de dificultad, toma una pequeña cobija y la enredó en su cintura para después salir corriendo y encerrarse en el baño.
—¡Hey Shadow! —toqué la puerta, estaba tan impresionado por lo que oí hace un minuto atrás, incluso la calentura se me había ido por solo escuchar aquel nombre— ¿Acaso te gusta? ¡Cuentame! —tocaba una y otra vez.
—¡¡Ya tienes tú maldito vídeo de mierda!! ¡Déjame en paz de una vez! —escuché sus gritos para después escuchar el sonido de la regadera de la ducha ser abierta— ¡Mastúrbate con el si es que quieres! ¡No me importa lo que hagas, solo dejame!
¿¡Por qué estaba enojado!? Yo no le dije nada malo, el que debería estar molesto debía ser yo.
Pues el jugaba con mi cordura, mirándome a los ojos mientras tocaba su coño húmedo y gemía de una manera tan excitante... Haciéndome creer que era por mi que estaba así, para después gemir el nombre de otro.
—Maldito Shadow... Las cosas que me haces pensar —pensé.
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