𝙲𝚊𝚙𝚝𝚞𝚛𝚊𝚛 𝚊 𝚕𝚊 𝚁𝚎𝚒𝚗𝚊

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Capítulo uno

El estallido de los cañones llenó el aire y se mezcló con el olor a carne quemada y el dulce aroma metálico de la sangre. El olor hizo que Yuzu sintiera náuseas y el fuego hizo que le ardieran los ojos, pero tenía que seguir adelante. Sus hombres estaban cayendo a su alrededor y sintió que se le partía el corazón por ellos. Se propuso conocer bien a todos sus hombres. Algunos caballeros no se molestaban en aprender los nombres de sus compañeros, pero Yuzu sí. Cada nombre e historia se quedaron con ella. Sus rostros, sus risas. Algunos dicen que te hace más débil, pero hizo a Yuzu más fuerte. La hizo querer luchar más duro para proteger a sus hermanos en la batalla. La hizo querer vengarlos cuando cayeran. La convirtió en una mejor guerrera.

Apretó con más fuerza la empuñadura dorada de su espada mientras ella y un grupo de unos diez soldados avanzaban con dificultad por el mar de soldados caídos. Apenas podían ver el suelo. Algunos estaban muertos y otros gemían de agonía por sus heridas fatales. Quería detenerse y ayudarlos, pero tenían una misión.

Capturar a la reina.

Yuzu no entendía por qué no podía cortarle la cabeza con su espada y así se acabaría todo el derramamiento de sangre. Ya no tendrían que vivir con miedo. El reino de Yuzu y las aldeas que lo rodeaban finalmente podrían liberar el aliento que habían estado conteniendo durante las últimas tres décadas.

Yuzu ya estaba harta. Por eso les dijo a sus padres que iban a declarar la guerra a la Reina, pero le hicieron prometer que volvería con ella viva. Querían ejecutarla por sus crímenes. Yuzu pensó que eso era demasiado bueno para la vieja bruja malvada que quemaría un pueblo entero de mujeres, ancianos y niños sin pensarlo dos veces. Ella merecía ser decapitada allí mismo, en el suelo de mármol de su castillo, pero lo que dijeran sus padres era ley. Tenía que obedecerlos.

Yuzu intentó ver a través del humo y el mundo que los rodeaba se estaba oscureciendo con la puesta del sol. Llevaban dos días luchando y Yuzu empezaba a notarlo. Le dolía el cuerpo, tenía los músculos tensos y prácticamente se arrastraba por el campo de batalla. Estaban a unos cuantos kilómetros del castillo.

Oyó un gruñido de dolor a su lado y luego otro. Miró hacia un lado y vio a algunos de sus hombres en el suelo, inmóviles, con enormes agujeros quemados en el pecho. Miró hacia arriba y vio la figura de una mujer con un largo vestido negro. Sostenía una bola de fuego. Empujó su brazo hacia adelante y la lanzó hacia Yuzu. Yuzu se agachó justo a tiempo para que la bola no la alcanzara. No podía decir lo mismo del hombre que estaba detrás de ella. Sus hombres caían como moscas y eso la irritaba muchísimo. Toda esta muerte sin sentido...

Yuzu sintió el furioso fuego de la ira ardiendo dentro de ella al pensar en la reina asesina. Yuzu, ​​enfadada, comenzó a caminar entre los cuerpos que cubrían el suelo. Escuchó un grito de batalla y apenas tuvo tiempo de levantar su espada cuando uno de los caballeros oscuros de la reina se le acercó. La levantó en alto y el sonido del hierro contra el hierro reverberó por el campo de batalla. Inhaló y exhaló y golpeó su espada contra la de él. Se movió con delicadeza y habilidad, pero Yuzu también lo hizo. Se dio la vuelta y bloqueó su golpe. Lo hizo una y otra vez. Él apenas lo falló. Ella le dio un codazo en las costillas que lo hizo volar hacia atrás. Estaba usando la mayor parte de su energía en esta batalla. Se dio la vuelta y se mantuvo firme mientras él cargaba hacia ella. Levantó su espada y cuando estuvo lo suficientemente cerca, la bajó y antes de que pudiera detenerse, se la clavó directamente en el pecho vacío. Él gritó de agonía y se desplomó sobre la espada. Yuzu pudo escuchar su sangre tibia mientras caía sobre la armadura de otro caballero caído. Cuando sintió que la vida lo abandonaba por completo, sacó su espada de la suave carne y dejó que su cadáver sin vida cayera al suelo junto a su camarada caído.

[CITRUS] - The Queen's fallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora