Percy Jackson se encontraba en una situación que, aunque extraña, se había vuelto parte de su cotidianidad. Estaba en la cocina, revisando el contenido del refrigerador con la esperanza de encontrar algo decente para cenar, cuando sintió ese ya familiar toque en su cintura. Dos manos fuertes y decididas lo rodearon desde atrás, y antes de poder girarse, un cálido aliento acarició la piel de su cuello.
—¿Sabes lo adorable que te ves así, buscando comida como si estuvieras cazando? —murmuró Harry, con una mezcla de picardía y afecto.
Percy sonrió, pero no se molestó en voltear. Este pequeño gesto de afecto ya era parte de la rutina. No importaba si estaban en la cocina, en el sofá o incluso caminando por la calle, Harry tenía esta costumbre de tomarlo por la cintura, como si fuera algo instintivo para él, algo tan natural como respirar. Al principio, Percy lo había notado de manera casual, sin darle mucha importancia. Pero a medida que su relación avanzaba, se dio cuenta de que esto sucedía más de lo que había pensado inicialmente. Y si era honesto consigo mismo, no podía decir que le molestara. En realidad, le encantaba.
—¿Sabes que siempre haces esto, cierto? —preguntó Percy, levantando una ceja, aunque aún con una sonrisa divertida en su rostro.
—¿Hago qué? —Harry fingió inocencia, apretando ligeramente su cuerpo, acercándose más y plantando un beso suave en su hombro expuesto.
Percy soltó una pequeña risa, dejando que su cabeza cayera hacia atrás para apoyarse en el pecho de Harry. Ese pequeño gesto se sentía tan reconfortante, tan familiar, que cada vez que Harry lo hacía, Percy sentía una oleada de calor recorrer su cuerpo. Harry, con sus manos firmemente colocadas en su cintura, siempre encontraba maneras de recordarle lo cerca que estaba, no solo físicamente, sino también emocionalmente.
—Esto —dijo Percy, moviendo sus manos hacia las de Harry, que seguían aferradas a su cintura—. Tomarme por la cintura cada vez que tienes la oportunidad. Es como tu gesto predilecto.
Harry rió suavemente haciendo su pecho vibrar contra la espalda de Percy.
—No puedo evitarlo —respondió Harry, su voz suave y honesta—. Es la manera más fácil de sentirte cerca.
Percy finalmente se giró en los brazos de Harry, mirándolo a los ojos. Había algo tan tranquilo y sincero en esa mirada verde, como si Harry estuviera completamente en paz cuando estaba con él. Y eso, más que cualquier otra cosa, era lo que lo desarmaba. Porque en esa simple acción, en la forma en que Harry lo tocaba, Percy podía sentir todo: el cariño, la devoción, la tranquilidad de saber que siempre se tenían el uno al otro.
—Nunca dije que me molestara —admitió Percy, levantando una ceja y sonriendo de lado—. De hecho, me encanta.
Harry pareció satisfecho con esa respuesta, inclinándose para capturar los labios de Percy en un beso suave. Los brazos de Percy se deslizaron alrededor del cuello de Harry, y durante unos segundos, ambos se perdieron en la calidez del momento. Era una sensación que Percy no se cansaba de experimentar. Cada pequeño beso, cada toque, eran recordatorios de que, después de todo lo que habían vivido en sus vidas individuales, habían encontrado algo, o más bien, a alguien que hacía que todo lo demás valiera la pena.
Cuando se separaron, ambos seguían sonriendo. Harry no apartó las manos de la cintura de Percy, manteniéndolo cerca.
—¿Entonces no te molesta que sea un fanático de tu cintura? —preguntó Harry, con una ligera burla en su tono, pero sus ojos seguían mostrando un profundo afecto.
—Para nada —respondió Percy, riendo—. Me encanta cómo me tocas. No te detengas.
El comentario de Percy fue casual, pero la sonrisa de Harry se ensanchó como si acabara de recibir la mejor noticia del día. Sabía que Percy no era de los que expresaban su vulnerabilidad tan abiertamente, pero cuando lo hacía, lo hacía de una manera tan sencilla y sincera que era imposible no sentirse conmovido.
Harry aprovechó el momento para estrecharlo un poco más, usando sus dedos para jugar distraídamente con el borde de la camiseta de Percy.
—Me alegra escuchar eso —murmuró Harry antes de besar su frente con ternura—. Porque planeo seguir haciéndolo.
Percy se inclinó hacia él, disfrutando del calor que emanaba del cuerpo de Harry. A veces, le sorprendía lo fácil que era ser feliz con él. No necesitaban grandes gestos ni palabras floridas; momentos como este, tranquilos y simples, eran más que suficientes. Eran lo que mantenían su relación tan sólida, tan genuina.
Después de unos minutos, Percy volvió su atención al refrigerador.
—Ok, ¿qué quieres cenar? Porque estoy empezando a pensar que no tenemos nada decente aquí.
Harry, sin soltarlo, miró por encima del hombro de Percy, sin mucho interés en la comida, claramente más enfocado en la cercanía.
—No sé, lo que sea que encuentres estará bien. Estoy un poco distraído.
—¿Distr...?
Percy no terminó la frase porque, de repente, sintió cómo Harry empezaba a besarle el cuello de nuevo, esta vez con más intenciones. Percy cerró los ojos, dejando que una risa escapara de sus labios.
—Estás imposible hoy, ¿eh?
—Solo un poco —murmuró Harry contra su piel.
Percy se giró de nuevo, enfrentando a Harry con una sonrisa traviesa en su rostro.
—¿Sabes qué? —comenzó Percy, colocando sus manos en el pecho de Harry—. Tal vez deberíamos pedir comida. Algo me dice que vamos a estar ocupados.
Harry sonrió, inclinándose una vez más para besar a Percy con una mezcla de pasión y ternura.
—Me parece una excelente idea.
Y así, en medio de su pequeña cocina, con las luces de la ciudad brillando a través de las ventanas, Percy y Harry se encontraron, una vez más, completamente envueltos en el amor que compartían, disfrutando de esos pequeños momentos que hacían que todo, incluso el simple acto de tomarse por la cintura, se sintiera como lo más importante del mundo.
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Colección Aquamagic
FanfictionColección de diferentes one shots con varias temáticas centradas en la pareja entre Harry Potter y Percy Jackson (Harcy/Hercy/Aquamagic).