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─ ¿En dónde estuviste? ─ interrogó un hombre alto y rubio al castaño que acababa de entrar.

─ Mmn. Estuve...

El rubio escucho como tiraba las cosas por doquier así que espero a que terminará para hablar.

─ Estuve en casa de un niño ─ volvió a hablar escuchando su voz más cercana.

─ ¿Un niño? ─ soltó confundido sintiendo la presencia del castaño junto a él.

─ Sip, al parecer me confundió con su mamá ─ tomó una uva para posteriormente sentarse en la mesa junto al otro.

El rubio bufo, seguramente solo era una excusa para no explicar donde estaba realmente.

─ Ajá, es mejor que comas y te vayas a dormir. Yo me retiro a mi habitación ─ dijo entregando un plato con fruta a su compañero de cuarto.

─ Está bien, descansa Kunikida-kun.

Kunikida solo asintió y se retiró para finalmente ir a descansar.

El castaño se quedó solo en el comedor, claramente no se iba a comer su cena, simplemente tomó otras tres uvas y guardo lo demás para seguir comiendo después. Finalmente se dio un baño reflexionando sobre lo ocurrido con aquel niño pelinaranja.
Decidió no pensarlo tanto y comenzó a cambiarse para posteriormente secar su cabello y finalmente descansar también.

Bueno, igualmente no es como si pudiera hacerlo al final, siempre terminaba quedándose despierto mirando el techo mientras escuchaba los ronquidos de su compañero quien a pesar de haberle contado seguía negando que el ocasionará los ronquidos.

.....

Chuuya dormía tranquilamente hasta que un peso en su estómago lo hizo abrir los ojos.

─ Buenos días papá ─ saludo su pequeño hijo con una enorme sonrisa en su rostro.

─ Buenos días, ¿ya es hora de ir a la escuela? ─ alzó a su pequeño para levantarse de la cama y hacerle su desayuno.

─ No, pero tengo hambre ─ un pequeño puchero apareció en la cara del niño haciendo a Chuuya derretirse de amor.

─ Aww, mi hijo es tan lindo ─ alago pellizcando las mejillas del pequeño.

─ ¡Papá!, bajame ─ sonreía intentando apartar a su papá.

─ Bien, bien ─ puso a su hijo en el suelo para comenzar a preparar el desayuno para ambos.

El niño al estar finalmente en el piso decidió sentarse en el comedor a esperar tranquilamente a su padre. Estuvieron en silencio un largo rato hasta que el pequeño hablo.

─ Quiero ver a papi ─ mecia sus piecitos en el aire.

Chuuya trasnocho pensando en como haría para sacar al castaño de sus vidas. Ciertamente el chico también tenía sus propios asuntos por resolver y no quería molestarlo solo porque no supo escoger a la madre de su hijo.

─ Mmm. Isamu... Tal vez deberíamos dejarlo en paz ─ soltó con cuidado mientras llevaba el desayuno a la mesa.

El pequeño fruncio el ceño y habló: ─ Pero... ¿Por qué? ─ cruzó sus brazos sobre su pecho.

Chuuya dio un gran suspiro ─ Amor, tienes que entender que ese chico tiene sus propios asuntos. Se que te he fallado al no darte una familia completa pero... ─ aclaro su garganta tratando de no llorar al sentir un nudo en la garganta ─ me tienes a mi y yo haré lo posible para darte lo mejor.

El pequeño al ver a su padre tan decaído solo decidió abrazarlo. No dijo nada, Chuuya lo tomó como un “está bien” así que continuaron con su desayuno.

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⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

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𝘐𝘴𝘢𝘮𝘶 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢  ┃ 𝐶ℎ𝑢𝑢𝑧𝑎𝑖 ┃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora