Capítulo 1 : Cruces desiguales

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Se me hizo imposible no contemplar la iglesia desde la ventanilla de el pequeño auto de el asistente social.

Se erige en el horizonte como un coloso de piedra oscura y desgastada, su silueta se recorta contra el cielo tempestivamente cubierto de nubes. Las torres, altas y angulosas, parecen extenderse hacia el infinito, como si quisieran atrapar las sombras que flotan en el aire. En la cima de cada torre, cruces desiguales se alzan, desgastadas por el tiempo y la intemperie, creando la sensación de que la iglesia está perpetuamente vigilante sobre el mundo que la rodea.

Al bajarme de el auto , el señor Carlos me lanza una rápida mirada cargada de lástima antes de despedirse con un " Cuidate Victoria".

El frío parece filtrarse a través de las gruesas paredes de piedra, erosionadas y cubiertas de hiedra que crece descontroladamente. El sonido de mis pasos se ahoga en el aire pesado, y un silencio inquietante se siente en el ambiente, como si el mismo lugar guardara secretos oscuros. Las puertas de madera se abren de a poco , masivas y ennegrecidas, están adornadas con relieves de figuras religiosas que se retuercen en expresiones de dolor y angustia, dando la sensación de que los rostros me siguen mientras me acerco.

Al cruzar el umbral, una penumbra acogedora me envuelve , como si le agregara más peso a mis maletas. La luz tenue de las velas, que parpadean con un anhelo de vida, lanza sombras danzantes que parecen jugar en las paredes. Las bóvedas altas y arqueadas se extienden sobre mi, decoradas con vitrales desgastados que, aunque bellos, muestran escenas de tormentos y tragedias, los colores opacos dando una atmósfera de melancolía.

La monja que me recibe es una figura imponente, con su hábito negro que parece absorber la luz que la rodea. Su rostro está surcado por arrugas y su mirada es dura, apenas un destello de compasión en su profundidad. Sin decir una palabra de bienvenida, me toma del brazo y comienza a guiarme a lo largo de los angostos pasillos llenos de puertas cerradas.

El suelo de piedra fría es irregular y, en silencio, se siente como si estuviese impregnado de las historias de aquellos que han caminado aquí; murmullos lejanos parecen resonar a través del tiempo.

-Este es un lugar de disciplina-me susurra con voz fría, como si estuviera recordándome mi lugar en el mundo.

Me siento pequeña, incluso más que antes, como si en este lugar no solo hubiera perdido a mis padres, sino también cualquier atisbo de esperanza.

Las niñas que veo a mí paso tienen la mirada apagada y evitan hacer contacto visual, como si mi presencia fuera una molestia. Un par de ellas intercambian susurros atrás de mi, y una risita burlona llega hasta mis oídos, pero no me atrevo a voltear para confrontarlas , no tengo ánimo.

Finalmente, llegamos a una habitación pequeña y austera. La monja abre la puerta y me empuja suavemente dentro. La habitación está decorada de manera sombría: dos camas de metal con colchones delgados, una ventana pequeña que apenas deja entrar luz y una mesita de madera desgastada. En una esquina, hay unos pocos juguetes desvencijados, claramente olvidados.

-Esta será tu habitación -dice la monja, con un tono que no deja espacio para la discusión-. Compartirás este espacio con otra niña . Te comportarás y seguirás las reglas, de lo contrario, te enfrentarás a las consecuencias.

Al instante, siento una mezcla de miedo y tristeza. ¿Qué significa "consecuencias" ? Antes de que puedas formular una respuesta, la monja cierra la puerta detrás de mi, dejándome sola.

Me acerco a la ventana, preguntándome si mis padres han podido ver lo que me ha pasado. En ese momento, una voz suave rompe el silencio.

-Hola, soy Clara -dijo una niña de cabello rizado y ojos grandes, que se encontraba sentada en la cama de al lado, debió estar parada en una esquina debido a que no la noté cuando entré.

Su sonrisa es tímida pero amistosa, y siento que tal vez, solo tal vez, no estaré completamente sola en este lugar tan terrible

- ¿Eres Victoria?- habla tímidamente, parece tener dos o tres años menos que yo .

Lucho por contener las lágrimas y asiento lentamente.

-Ya verás, aquí no es fácil, pero podemos ser amigas -dice con un tono lleno de esperanza -Lo que sea que enfrentes en el orfanato, al menos tendrás a alguien en quien apoyarte.

Mientras escucho las palabras de Clara, por un momento, me permito soñar que tal vez, en medio de la tristeza y el dolor de haber perdido a mis padres, aún haya un rayo de luz que pueda encontrarme en esta nueva y sobrecogedora realidad.



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Holaaa , espero que te halla gustado el primer capítulo en en esta historia que me robará el sueño próximamente . Estoy muy emocionada.

Aquí les dejo una imagenes de cómo imagino a mis personajes, pero tú puedes imaginarla como quieras ¿ Quién soy yo para juzgar? 😂💗

Victoria Donovan :


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Clara Colby :

Clara Colby :

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