Quiero empezar bien esta vez. Hoy siento que podría ser el día, ese día. He visto el Sol salir y las nubes esconderse, quizás hoy sea el día en el que debería contar todo eso que sólo yo sé y que tengo guardado como un borrador llamado "Shakespeare" desde hace mucho, mucho tiempo.
Todo comienza cuando tenía 7 años y ya había leído todos los libros habidos y por haber, siempre me ha gustado leer. En el colegio algunos se reían de mí porque una vez estábamos hablando de lo que nos gustaba hacer después de clase. La mayoría respondieron lo lógico; ver la televisión, jugar a la videoconsola, tocar algún instrumento, hacer deporte...Pero yo dije que lo que más me gustaba hacer después de clase era leer.
Mi defecto principal, incluso desde tan pequeña, es que tengo demasiado en cuenta lo que los demás dicen o piensan de mí, pero esa vez no fue así. No me importaron sus risas.
Reconozco que me encantaban los libros de Kika Superbruja, Gerónimo Stilton, Tea Stilton, Valeria Varita, Lola Reportera y un millón más, pero un día que ya me había leído todos mis libros y estaba cansada de releerlos decidí buscar uno en el salón de mi casa. Mi madre me dijo que esos libros no eran para mí y que ya compraríamos más o que podríamos hacernos socias de la biblioteca pero yo no tuve en cuenta sus palabras, de pequeña tenía una gran afición por querer actuar como una persona mayor de la que era, así que no se me ocurrió otra cosa que cojer Hamlet, de mi ahora querido Shakespeare. Y bendito sea mi cerebro de 7 años, siempre se lo agradeceré.
Al principio no me enteré de nada, pero me leí todo el libro. Absolutamente entero.
Mi madre me preguntó que qué me había parecido y aunque no sabía lo que acababa de leer la dije que me había gustado mucho. Tenía que hacerme la interesante, no pensaba decir que no me había enterado de nada porque eso implicaría un "te dije que no era para tí" y no tenía ganas de escucharlo. Era demasiado orgullosa.
Varios años después volví a leerlo de nuevo y esta vez sí que me enteré de bastante (no de todo, tampoco soy tan inteligente) y se ha convertido en mi libro favorito. Quizás sea algo atípico pero no ser del todo normal está bastante bien.
Esto lo cuento a modo de una pequeña introducción para que entendáis cómo empezó todo.
Recuerdo perfectamente cuándo escribí lo que va a continuación. En esa época de mi vida ya tenía muy presente a Shakespeare, os daréis cuenta dentro de poco.
Pues bien, aquella era una tarde lluviosa de domingo y la inspiración llegó a mí a la vez que el primer relámpago chocó contra el suelo del patio de mi casa.
Podría decirse que ese día no me encontraba muy animada y acababa de ver una película de amor. Ya sabéis, el típico topicazo de desconfianza y poca autoestima de la tía y el chico más gilipollas no le encontraron, pero bueno, que me estoy viniendo arriba muy gratuitamente. El caso es que después de la película me tumbé encima de la cama a escuchar una canción (la adjuntada al principio) y de repente pensé en que así podía ser un poco cómo la chica se sentía y se me ocurrió escribir sus pensamientos bajo mi punto de vista.
Así que esto es lo que surgió de todo eso.
...
Ahora mismo me siento perdida, no sé cómo explicar lo que siento. Por eso, como siempre hago recurriré a la prosa de mi querido Shakespeare para expresar lo que siento, porque mejor lo sabe él que yo. Siempre ha sido así y siempre será. Como cuando escribió aquellas palabras que son tal que así:
"Duda que hay fuego en los astros, duda que se mueve el Sol, duda que es falso lo cierto, mas no dudes de mi amor"
Supongo que no hay nada que comentar, tiene el poder de dejarme sin palabras. Tengo esa frase escrita en tantos lugares, en tantos objetos... Esa cita de mi gran Shakespeare está grabada en mi mente a fuego.
Sé con certeza que cuando escribió ésto en aquella increíble obra de teatro llamada Hamlet no era consciente de su propia sabiduría, de lo acertadas que fueron sus palabras. No sabía que tanta gente iba a leer su obra con tanta fascinación y que se iban a sentir tan identificados. Estoy segura de que no pensaba que iba a causar una repercusión tan grande tantos años después de su muerte en una joven como yo.
Pero es increíble como algo que haces por tu propio disfrute es tan importante para otros... Es tan importante para mí.
¿Y quién soy yo para desmentir a un genio tan brillante como él? William, tú eres quien más me comprende en este mundo. De quién quiero tener más, estoy enamorada de todas y cada una de tus obras. Soy consciente de que puedo haber leído Hamlet unas 13 veces y aún necesito leerla más. Porque cada vez que me pierdo entre sus páginas descubro algo nuevo de lo que no me había percatado anteriormente. Porque Hamlet es la obra más perfecta que se puede dar en este pobre mundo lleno de desprecio hacia un arte tan bello.
Y no hablemos de Romeo y Julieta, no puedo profundizar en esa pura locura de amor. Cabe destacar una tan conocida obra en cada rincón, pero he de reiterar que para mí la obra sublime es Hamlet, sin duda. En una palabra... insuperable.
