Te da la pera » Minsung chilensis

18

— Listo. - Miré mi mano vendada — Ten cuidado con moverla mucho, se puede soltar.

— Gracias...creo.

— Creo? - Se rió — Así me agradeces por salvarte del tétanos?

— Jaja. - Fingí una risa — Gracias, Chan.

— No hay problema. - Se alejó y buscó unas pastillas que había sobre el escritorio de la profe — Aquí están. Bueno, me voy, cuídate.

Y se fue. Me sentía raro...o quizás si era tétanos.

— MINNIE?

— Mmh? Ah, hola Lix.

Corrió y me abrazó apretujandome a él — Cuidado con mi manooo!

— CHUCHA VERDAD! PERDÓN. - Me soltó — Cómo estás?

Levanté mi mano vendada para que la viera. — Que te digo?

— Perdón Min, tuve que haber sujetado mejor la madera.

— No te preocupi Innie, no fue tu culpa. Mira el lado positivo, quizás el profe nos ponga un 7.0 por el empeño y el corte.

Los dos se rieron. — A propósito, y el Jisung?

— Se quedó buscando a una profe. - Se encogió de hombros el Felix.

Luego de haber conversado con los cabros, tocó el timbre y volvió la profe con un niño en camilla, supuse que el mismo que se había desmayado. Ya estaba despierto pero se veía medio débil y pálido.

— Disculpa hijo, ahora...Oh, ya te vendaste?

— Ah? Ah...sí.

— Bueno, toma. - Me pasó una crema. — Llévatela, ponte cada que te cambies la venda, ya? - Iba a decir algo pero me interrumpió. — Tengo más, por si eso te preocupa.

— Bueno.

— Estás bien así? o pido que te retiren?

— Estoy bien, gracias.

———

Lo cu ra