All To Well || Pato O'Ward

Capítulo 1 🧡

Recuerdo aquel día como si fuera ayer. Tenía 19 años y estaba en mi segundo año de universidad, estudiando finanzas. Mi familia siempre había pensado que seguiría los pasos de mi padre, un exitoso empresario, pero yo sabía que mi corazón estaba en otro lugar.

Mi verdadera pasión era la escritura. Siempre había sido una lectora ávida, devorando libros de todos los géneros y estilos. Y un día, decidí que quería intentar escribir mi propio libro.

Me senté frente a mi computadora, con una idea vagamente definida en mi mente, y comencé a escribir. Las palabras fluyeron como si tuvieran vida propia, y antes de que me diera cuenta, había escrito capítulos enteros.

Fue entonces cuando descubrí Wattpad, una plataforma en línea donde los escritores podían publicar sus obras y conectarse con lectores de todo el mundo. Me pareció el lugar perfecto para compartir mi trabajo.

Con nervios y emoción, publiqué mi primer capítulo en Wattpad. Y entonces, algo increíble sucedió. La gente comenzó a leer y a comentar sobre mi historia. Me sentí conectada con mis lectores de una manera que nunca había experimentado antes.

Mi libro se convirtió en un éxito en la plataforma. La gente se identificaba con mis personajes y se emocionaba con la trama. Y yo, que había empezado a escribir por pura pasión, me di cuenta de que podía hacer de esto mi carrera.

Dejé de lado mis estudios de finanzas y me enfocé en la escritura. Mi familia no entendió al principio, pero cuando vieron mi dedicación y mi éxito, me apoyaron por completo.

Ahora, a los 22 años, soy una escritora establecida, con varios libros publicados y una comunidad de lectores leales. Y aunque nunca ejercí como licenciada en finanzas, sé que tomé la decisión correcta. La escritura es mi verdadera vocación, y estoy agradecida por haber encontrado mi pasión tan temprano en la vida.

Aunque a pesar de tener el apoyo de mis padres yo necesitaba tener ingresos para mantenerme. Un amigo estudiaba fotografía y el junto a mi mejor amiga Sofia quien necesitaba que alguien modelara sus diseños para su proyecto de fin de año me propucieron como modelo, aunque no estaba muy convencida acepte por ayudar a mis amigos, alguien de la escuela publico mis fotografías en Internet y no tarde mucho en recibir llamadas de agencias ofreciéndome trabajo y como estaba necesirada acepte.

Me senté en el sofá de mi salón, con una taza de café en la mano y mi mejor amiga Sofia al lado. Habíamos quedado para charlar y catcher después de una semana ocupada.

- Sofia, estoy desesperada - dije, suspirando.

- ¿Qué pasa? - preguntó Sofia, preocupada.

- No puedo escribir - dije. - Estoy bloqueada.

Sofia se rió.

- ¡Eso es normal! - dijo. - Todos los escritores pasan por eso.

Me sacudí la cabeza.

- No, no es normal - dije. - No me viene nada. No tengo ideas, no tengo inspiración. Estoy vacía.

Sofia se puso seria.

- ¿Cuánto tiempo llevas así? - preguntó.

- Un mes - dije. - O más.

Sofia asintió.

- Bueno, primero debemos identificar el problema - dijo. - ¿Es porque no tienes ganas de escribir o porque no sabes qué escribir?

Me encogí de hombros.

- No lo sé - dije. - Creo que es un poco de todo.

Sofia sonrió.

- Vamos a hacer algo - dijo. - Vamos a hacer una lista de todas las cosas que te gustan, que te inspiran.

Asentí.

- Suena bien - dije.

Sofia sacó su teléfono y comenzamos a hacer la lista. Escribimos todo: lugares, personas, libros, películas, música...

- ¿Y qué hay de la Fórmula 1? - preguntó Sofia.

Me reí.

- ¡Me encanta! - dije. - Pero no sé cómo podría inspirarme para escribir un libro.

Sofia sonrió.

- Nunca sabes - dijo. - A lo mejor es justo lo que necesitas.

Seguimos charlando y riendo, y por primera vez en semanas, me sentí un poco mejor. Tal vez, solo necesitaba una perspectiva diferente.

- Gracias, Sofia - dije, abrazándola.

- De nada - respondió. - Eso es lo que son las amigas para.

Justo entonces, sonó mi teléfono. Era una notificación de correo electrónico.

- Espera un momento - dije.

Abrí el correo y mi corazón se detuvo. Era una invitación de la escudería RedBull de Fórmula 1 para asistir al Gran Premio de la Ciudad de México.

Me miré a Sofia con los ojos brillantes.

- Sofia, creo que tengo una idea - dije.