El omega.

Capitulo 9

Se removió incómodo, sentía como su cuerpo se movía, la sensación del aire pasando por su rostro hizo que abriera los ojos lentamente, siendo capaz de ver como estaba en los brazos de su compañero, quien lo llevaba cual princesa por los pasillos, jactandose de miradas sorprendidas y otras no muy contentas, alzó la mirada, topandose con el rostro estoico de Todoroki, quien al notar su estado despierto, sonrió levemente apartando la seriedad de su ser.

Su corazón se calentó ante el cambio.

—Buenos días... —Murmullo con suavidad, no queriendo alterarlo. Sin dejar de andar, acomodo mejor al omega en sus brazos, se permitió enredar sus brazos en el cuello contrario para más agarre.

—Lo lamento, ¿dormí demasiado?—Miles de emociones lo acuchillaron cuando el alfa río, negando, la vergüenza se instalo con frío en su ser.

—Unos treinta minutos, Shinsou llamó y pidió que te llevara con él, también pidió que trajera a Kaminari.—La mención de su compañero lo alertó, sacándolo de su tranquilidad, salio de un salto de los fuertes y firmes brazos de Shoto, mirando espantado a Denki, mismo que no tardó en carcajear ante la escena, la sangre subió rápidamente a su cabeza, provocando un mareo casi instantáneo que lo hubiese tirado al suelo de no ser por la mano de Shoto.

Por alguna razón, se sentía nervioso, inquieto, su omega le gritaba algo que no era capaz de entender, era casi como un idioma que no dominaba aún, lo sintió como una advertencia, un aviso de algo, más, no sentía peligro. Pronto lo atacó una ansiedad extraña, Todoroki se acerco, soltando un poco de su aroma para tranquilizarlo, no entendía como era capaz de entender lo que el pequeño parecía necesitar, pero estaba ahí, para él.

—¿Mejor?—Asintió, apenado con la situación.

El tercero los miro, completamente confundido, al principio, era raro ver a Midoriya cerca del alfa, pero ahora, lo realmente extraño para él, era ver a Todoroki Shoto, junto al omega, queriendo permanecer ahí, dejando saber, que él, había estado ahí. Su olor se pegaba a Midoriya con facilidad, como si estuviera en todo su derecho, jadeo detrás de su palma, sorprendido por la deducción que llegó a su mente.

Izuku actuaba extraño, era bien sabido para él que su hermanito solía pensar en voz alta, ya era costumbre poder escuchar sus sentimientos o pensamientos de forma clara por más rápido que hablara y en el tono más bajo de todos. Pero ahora, no había escuchado ni siquiera un mísero murmullo.

No había nada.

Y aquello comenzaba a preocuparlo, había pasado más de una semana después del incidente de en la U.A al saltar de alarmas, parecía ser que alguien logró entrar en su sistema de seguridad, por asuntos legales, solo unos pocos lo sabían, la seguridad de la academia no podía ser violada tan fácilmente y se determinó que se reemplazaría por una falsa alarma. Suspiro, por quinta vez y decidió sentarse al lado de su bonito hermano.

—¿Y bien? ¿Que demonios te pasa?—Al principio, pensó que su evidente inquietud era creada por el recuerdo de su abuso que inició aquel desagradable participante, pero cuando preguntó, negó con sinceridad y una parte de su corazón se alivio. Pero si no era aquello, ¿que más podría estar atormentando a su hermano?

—Hitoshi, me siento extraño... no se que me sucede, ¡Estoy cansado!—Se tiro a la cama, dando vueltas en la misma y  pataleo cuál infante, causando gracia en el mayor.

—Deja los berrinches, ¿que es lo que sucede?

—¡No lo se! ¡No entiendo que pasa y por eso estoy así! Agh, demonios. —《recorcholis》 Pensó con burla, para luego negar y tirarse a su lado.

—Deja que él destino te muestre el camino, si aún no tienes una respuesta, pronto llegará, así que cálmate y deja de estar tan callado, casi extraño tu chillona voz quejándote del capitalismo. —Bufo, escuchando al contrario suspirar divertido. La cama se hundió un poco ante el peso avanzando, recargo su cabeza en el hombro contrario y cerró los ojos, le estaba empezando a costar dormir regularmente bien.