-¡Fátima! ¿Qué te pasa? ¡Casi me sacas el alma del susto!-
Exclamé, mirando a mi contraria con la cara bastante enrojecida.
-Jajaja, ¡no te pongas así! Solo fue una broma!-
Dijo mi hermana al ver mi reacción bastante exagerada, pero no fue mi culpa, ya que estaba bastante sumido en mis pensamientos.
Ambos emprendimos camino a la cafetería de la escuela. Cuando finalmente llegamos, buscamos una mesa alejada de los demás y nos sentamos.
-Y por eso creo que Rubi y Alberto están en una relación, aunque se odien.-
Aunque pude oír esa última n, la frase de Fátima se vio interrumpida por una queja que nos exaltó a ambos.
-¡Ustedes imbéciles! ¡¿¡Qué creen que hacen en nuestra mesa!?!-
Rápidamente nos levantamos y volteamos a ver a la dirección del origen de esa protesta.
-D-disculpa, L-Lilith, no sabíamos que ibas a sentarte aquí.-
Dijo Fátima con bastante temor y sumisión al saber de lo que su opueste es capaz de hacer cuando algo no le parece.
-Bueno, más les vale que no se repita otra vez!- Dijo otra de su grupito de amigas, con bastante desprecio al vernos como "bichitos".
-No.-
Exclamé con una voz que afirmaba mi autoridad, aunque sea inferior a su grupo en varios aspectos. Rápidamente, todos los presentes en ese momento voltearon a ver con bastante asombro, ya que nadie NUNCA antes se había atrevido a retar a ese grupo de bullies.
-¡Ja, ja, ja! ¿Qué... fue lo que dijiste?- Cuestionó Lilith con una sonrisa bastante inquietante, aunque eso no me detuvo o intimidó.
-No. Nos. Iremos. De. Aquí.-
Esas palabras salieron de mi boca con bastante severidad, lo cual me sorprendió. Mantuve mi posición desafiante y autoritaria.
-...-
Un largo silencio se escuchó por toda la escuela, y entonces vi un puño dirigiéndose hacia mí con rapidez y...
Estaba sentado afuera de la enfermería mientras me apretaba la nariz con un trapo, en un intento de que dejara de sangrar, cuando finalmente dijeron mi nombre.
-¡Crown!-
Velozmente me levanté y me dirigí hacia la puerta.
-Así que te resbalaste y te heriste con el impacto que tuviste con una banca, ¿verdad?-
Cuestionó la enfermera con un poco de sospecha de que no había sucedido eso realmente.
-Sí... pasó eso...-
Dije mintiendo de manera bastante clara, en un intento de que ella, de una forma u otra, se enterara de que eso no había ocurrido.
-Bien. Solamente necesitas pararte el sangrado y limpiarte.-
Dijo la enfermera, prestando atención mínima a lo que dije.
-Gracias...
Me dirigía hacia la salida del consultorio después de esa pequeña conversación, con esperanza de que nadie esparciera los chismes sobre lo que había hecho, pero esas esperanzas se esfumaron cuando vi a todos observándome con más desagrado del que normalmente estoy acostumbrado, mientras aún seguían compartiendo los rumores, sin importarles el hecho de que estaba literalmente pasando por ese mismo pasillo. Al llegar a casa, estaba preparado para las quejas diarias de mi madre, aunque algo raro paso se comportaba, bastante alegre, lo cual no es propio de ella. Pero bueno, realmente no me importa el hecho de que se comporte alegre o no. Comí y me fui a la cama, pensando en mi día: «¿mi sueño y lo que dijo esa señora tienen algo que ver?» No dejaba de resonar una y otra vez ese pensamiento en cada fibra de mi ser, como si algo en mí intuyera algo. «Jajaja, si así fuera, entonces eso significaría que sería importante, y aunque haría cualquier cosa para serlo, eso nunca pasará.» Con esa creencia, me relajé y finalmente mis ojos se cerraron.
Escuché la puerta abrirse, pero realmente no me dio importancia, ya que posiblemente Fátima haya ido al baño como todas las noches. Finalmente caí dormido y ya no supe más de mi entorno. A la mañana siguiente me desperté y me preparé para ir a la escuela. Cuando arribé, abrí mi casillero y esta vez no había nada adentro, lo cual me alegró un poco. Cerré el casillero después de dejar mis cosas y la vi a elle, recargade en el casillero de al lado, mientras me observaba.
-¡Oye tú!-
Exclamó con un tono autoritario que me hizo sentir inferior al momento.
-¿S-si...?-
Contesté, bastante nervioso, lo cual me hizo ver como una presa fácil.
-Realmente... agh, me sorprendió el hecho de que tuvieras el valor como para contradecirnos.
Esas palabras, provenientes de Lilith, realmente me sorprendieron, ya que nunca había dicho algo similar a alguien que no fuera de su grupo de amigas.
-Bueno, estaré sentade en la banca del fondo, junto a Luna y Melodi, por si gustas sentarte con nosotras.-
Asentí rápidamente al escuchar eso.
-S-si! Me encantaría sentarme con ustedes.
Con esas palabras, Lilith solo dio una leve sonrisa y se marchó.
«Finalmente seré alguien importante y seré respetado por todos!» Supuse mientras me dirigía a clase, bastante ansioso por la hora del receso. Cuando finalmente llegó ese momento que esperé con bastantes ansias, me dirigí a la banca en donde Lilith dijo que iba a sentarse, junto a sus amigas. Al verlas, me acerqué con bastante egocentrismo, ya que eso posiblemente significaría que sería alguien popular y respetado.
-Agh, ¿quién invitó al rarito?-
Preguntó Luna con bastante desdén hacia mí.
-Yo lo hice.-
Exclamó Lilith con notable autoridad, superior a Luna.
-¿No crees que tal vez nos mancharía nuestra reputación?-
Preguntó la más callada de las tres, Melodi.
-¿De qué forma lo haría? Si por eso lo traje aquí. Ustedes saben que en nuestro grupo solo pueden entrar las personas más populares, y él captó la atención de todos en la escuela.- Afirmó Lilith, callando a las otras dos.
-¿Qué es eso?- Pregunté mientras señalaba a una extraña baraja de lo que creía eran naipes.
-Un oráculo.- Afirmaron todas.
-¿Qué es un oráculo?- Pregunté.
-Es como un tarot, pero más fácil de entender y adaptar.- Dijo Lilith.
-¿Podrías hacerme una lectura?- Pregunté, bastante indeciso.
-Son $20.
Los pagué rápidamente y Lilith empezó a barajar.
-Saca 5 cartas.- Hice inmediatamente lo que elle dijo.
-Veo que has caído en algo, una adicción o un problema que te llevó a una oscuridad, pero rápidamente encontraste una luz, pero eso tuvo su precio. Creo que no entendí casi nada, pero también había una parte de mí que intentaba encajar algunas piezas.
Saca otras 5.
-¿No era $20 por lectura?- Pregunté con bastante duda.
-Son 20 por dos lecturas.- Respondió rápidamente Lilith.
Sin más rodeos, saqué otras 5.
-Veo 2 figuras de autoridad. Una con una autoridad superior y otra con una inferior.
Aunque la de autoridad superior sea "colega" de la de inferior, puede que llegue una traición. Así que, en resumen, si tú, querido Crown, decides hacer algo que no me parezca, te traicionaré y haré hasta lo imposible para hacer tu vida un infierno.
¿Entendiste?
Todas rieron, y yo solamente me puse a pensar y analizar la situación hasta que, sin darme cuenta, terminó el receso.
![](https://img.wattpad.com/cover/377482372-288-k728729.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Crown Down
FantasíaEn un mundo casi idéntico al nuestro Crown parece ser un adolescente cualquiera... ¿O tal vez no lo es? El Deberá enfrentarse a su pasado mientras recorre dimensiones totalmente desconocidas y conoce nuevas personas. Pero no estará solo ya que sus a...