UZI LA HUMANA REMASTERIZADA (Universo 4)

CAP 10 REMASTERIZADA

Después de siete meses de agotador trabajo y sacrificio, los tres Murder Drones habían llegado a su último recurso. Frente a ellos, un cristal circular flotaba sobre una plataforma. El cansancio y la desesperación estaban grabados en sus expresiones, pero no había vuelta atrás.

N, en voz baja pero decidida: "Este es el momento."

V, observando el cristal con preocupación: "Que sea suficiente..."

J, tomando aire: "Lo será. Tiene que serlo."

Con sus energías al límite, los tres drones comenzaron a transferir la última chispa de vida que les quedaba al cristal. Sus cuerpos perdían brillo y vitalidad mientras el artefacto comenzaba a iluminarse con una fuerza que casi cegaba. Sus esencias, sus almas mismas, se fundieron en la esfera que ahora resplandecía intensamente.

El cristal, cargado con la vida de N, V, y J, comenzó a flotar hacia Uzi, encajándose lentamente en el centro de su pecho. Pero, para su desesperación, no hubo reacción. Uzi permanecía inmóvil, como si el sacrificio no hubiera sido suficiente.

En ese instante, desde lo más profundo de su cuerpo inerte, un mecanismo oculto se activó. Un suave zumbido resonó, creciendo en intensidad. De su tórax emergió una matriz, brillante y poderosa, que flotaba sobre ella, irradiando energía pura y antigua. Su resplandor era cegador, llenando la sala con un brillo azul-blanco que pulsaba rítmicamente.

La luz comenzó a envolver a Uzi, reparando y transformando cada parte de su cuerpo. Su estructura metálica se reconfiguraba, haciéndola más fuerte, más veloz, y más letal. Sus extremidades se reforzaron, su visor se encendió con una intensidad roja profunda, y su nuevo chasis brillaba con una energía desconocida.

La luz se intensificó por un último instante, antes de apagarse súbitamente.

Uzi, respirando entrecortadamente, se incorporó con esfuerzo. Sus ojos brillaban con una nueva vida, y aunque sus movimientos eran torpes al principio, pronto recuperó el control. Miró sus manos, ahora más fuertes y afiladas, sintiendo un poder inmenso recorriendo cada parte de su ser.

Uzi, confusa, pero con resolución: "¿Qué... qué ha pasado? Mi cuerpo... soy una Murder Drone..."

La matriz, tras cumplir su función, se desintegró en miles de partículas luminosas, siendo absorbidas por Uzi. Se puso de pie, sus ojos iluminados por la energía que ahora fluía en su interior. El sacrificio de sus amigos había permitido su renacimiento.

Sin embargo, al mirar a su alrededor, Uzi vio los cuerpos inertes de N, V, y J. Sus compañeros, quienes habían dado todo por ella, yacían sin vida, sus energías agotadas en el proceso. Uzi cayó de rodillas frente a ellos, sintiendo un peso abrumador en su pecho.

Uzi, con la voz quebrada: "Lo hicieron por mí... Se sacrificaron por mí..."

Tocó con delicadeza los cuerpos metálicos de sus amigos, sus ojos brillando con furia contenida. Sabía que no podía devolverles la vida, pero haría que su sacrificio tuviera un propósito.

Uzi, levantándose con determinación: "No dejaré que su muerte sea en vano. Voy a hacer que todos los worker drones paguen... por ustedes."

Una sombra comenzó a proyectarse sobre ella, mientras el ambiente se volvía más pesado. Desde las profundidades de la sala, una figura oscura y maliciosa observaba la escena. Su voz, profunda y resonante, se escuchó con claridad.

Figura oculta, en tono siniestro: "Un Prime... ha renacido."

La figura se desvaneció, pero la sensación de su presencia quedó grabada en el aire. Uzi, sin prestar atención a ese ser por el momento, se giró hacia la puerta, su misión clara. Mientras el sol comenzaba a iluminar el horizonte, Uzi adoptó su apariencia humana, ocultando su nuevo poder. Se dirigió hacia la colonia de worker drones, con una promesa grabada en su mente.

Uzi, con una furia creciente: "Voy a matarlos a todos... por ustedes."

Y así, el Prime renacido comenzó su camino hacia la venganza.