*Estaba corriendo. Sabía que no podía parar. Corría por un oscuro bosque hacia una luz que se veía a lo lejos. Tenía que llegar a esa luz y no sabía porqué. Sólo sabía que era una cuestión de vida o muerte llegar hasta allí. El bosque empezó a abrirse en forma de claro a lo lejos y supe que ahí estaba lo que buscaba. Pronto dejé los árboles atrás y conseguí ver la fuente de esa luz que perseguía. Era una máquina alienígena. Me quedé paralizada por la sorpresa pero pronto comencé a buscar algún arma. No tenía. Estaba perdida. Ellos me capturarían pronto. De pronto comenzaron a oírse unos ruidos. Eran un montón de niños con yugo a sus espaldas, esclavos de la voluntad de los aliens. Entre ellos se encontraba Ben. Intenté hablarle, pero parecía no reconocerme, para él no era más que un objetivo. De pronto Ben se acercó. Vi sus ojos vacíos. Volví a intentar gritarle, pero no funcionaba. Las manos de Ben se levantaron y aferraron mi cuello... Ese sería mi fin. A pesar de la punzadas de dolor, que comenzaban a hacer arder mi garganta, mis ojos no podían apartar la mirada de los de Ben. Los ojos azules turquesa de Ben... Si seguía apretando me iba a matar. Iba a morir en menos de un minuto..."
Desperté sobresaltada me llevé una mano a mi cuello, pero no me dolía. Solo había sido un mal sueño. Me levanté, apartando el saco de dormir a un lado y salí para tomar el aire.
- Laila- oí que me llamaban, con voz baja, a mi espalda. Me di la vuelta y vi a Maggie. - ¿Estás bien? ¿ No deberías de estar durmiendo?
- No te preocupes, Mag. Solo he tenido una pesadilla. Necesitaba tomar un poco el aire. ¿Qué haces tú despierta?
- Me tocaba montar guardia. Nada entretenido, la verdad- rió aún en voz baja.- Pero ya he acabado y me iba a dormir. Tenemos que descansar, mañana es el gran día. Mañana salvaremos a ese chico rubio que tan preocupada te tiene.
Le sonreí y nos fuimos las dos a la habitación donde ahora dormíamos. No pude volverme a dormir, porque cada vez que cerraba los ojos veía los de Ben.
- Ya vamos a por ti... - murmuré con una voz apenas audible mientras aferraba el collar que me dio la última vez que nos vimos.
Al día siguiente nos fuimos, un grupo de ocho "soldados" directos al núcleo alienígena.
Ton y Karen habían intentado persuadirme de que no les acompañase, pues aún me veían como a una niña; pero les recordé que había estado viviendo sola durante un mes y enfrentándome a los aliens sin ayuda. Ellos pusieron cara de duda pero no volvieron a insistir sobre el tema. La pequeña niña que ellos conocieron se había ido, y estaban dándose cuenta de ello.
Pasó una hora desde que salimos del instituto hasta que llegamos al núcleo de la ciudad donde se encontraban los aliens. El tiempo pasaba despacio. Yo no podía dejar de pensar en el plan. Dejábamos la furgoneta a un kilómetro de distancia para que no oyesen el motor. Caminábamos hasta un punto ciego de la ruta que hacían los grupos de niños con yugo. Distraíamos a las máquinas con fuego desde ambas partes de la calle con franco tiradores, amargue y Hal. Abajo nos encargábamos de distraer a las arañas, alienigenas de ocho patas que recordaban a estas, y de coger a Ben. Yo me encargaba de preparar el vehículo de salida, que la noche anterior Maggie y yo habíamos escondido justo al principio de la calle. Era lo máximo que Karen y Tom me habían dejado participar, pero prefería estar ahí que esperar en el instituto... por lo que cuando lo supe no me quejé. Todo el plan era sencillo. Los pasos se secuenciaban en orden en mi cabeza, una y otra vez, mientras esperaba a que el grupo de Ben entrase en la calle.
Había pasado al rededor de una hora cuando un nuevo grupo entraba en la calle. Mire desde mi posición y le vi. Su mirada estaba perdida en la lejanía como la del resto del grupo. Miré a los demás participantes del rescate, todos ellos atentos a que Tom diera la orden, pero algo salió mal. Hubo una explosión antes de tiempo que hizo saltar los nervios de todos nosotros, miramos hacia la dirección en la que había venido el sonido y vimos como uno de los miembros del rescate luchaba desesperado con el alíen guardián del grupo de Ben. Todos salimos de nuestros escondites y fuimos a ayudarlo. Todo parecía ir a cámara rápida, veía el miedo, la preocupación y la ira en los rostros de mis compañeros y supe al ver la expresión de Tom que no salvaríamos a Ben, pero yo no me lo podía permitir. Salí corriendo en dirección a él para conseguir salvarle, tenia que hacerlo. Oía voces que me llamaban y otros gritos que decían "retirada" sin embargo nada me podía detener, o eso pensaba.Un brazo fuerte me cogió con firmeza mientras yo gritaba desesperada.
-Suéltame tengo que salvarle... ¡Ben!¡Ben!- decía intentándomelo librarme de mis ataduras.
-Laila, tranquilízate soy yo- Dijo Hal, el hermano mayor de Ben.- Hoy no podemos salvarle, pero lo haremos no te preocupes- dijo para tranquilizarme, y vi en sus ojos que estaba tan cabreado como yo. Me monte con el en la moto y seguimos al camión que llevaba al resto. En la parte de atrás de este estaba Maggie quien me miraba con ojos tristes.
-Laila, ¿puedo hacerte una pregunta?- dijo Hal tras un rato de silencio.- ¿Por qué tienes tantas ganas de salvar a mi hermano?- dijo sin esperar respuesta
- Siempre ha sido mi mejor amigo, ya lo sabes- le contesté como si fuera la razón mas obvia del mundo.
-Sí, y también es mi hermano, y su hijo,- dijo haciendo un gesto con la cabeza para señalar a Tom- pero ninguno de nosotros ha dejado su puesto. Y tu sí.
- La formación quedó deshecha cuando estalló la granada antes de tiempo.- dije intentando excusarme.
- Sabes a lo que me refiero.- insistió Hal.
- Fui la ultima en verle con vida, ¿sabes? Tu hermano no tenia que estar ahí, fue a mi a quien atraparon, no a él.- dije apretando los puños con fuerza para que las lágrimas de rabia no saliesen. - La primera noche después de que me capturaran, los Aliens, nos tenían a un grupo de niños y a mi maniatados, hicimos un alto cuando la noche se adentró porque había niños muy pequeños que no podían seguir. Entonces apareció Ben y me dijo que iba a sacarme de ahí. Sin decir una palabra más me desató y me dio un abrazo, pero en ese momento un alíen se despertó y Ben me dijo que corriese, seguimos corriendo sin mirar atrás y cuando estuve lo suficientemente lejos me di la vuelta para darle las gracias a tu hermano, pero él no estaba. desesperada fui al lugar donde antes estaba el grupo de niños, pero ya no sabia nadie. me senté sin saber que hacer y entonces descubrí en mi bolsillo el collar y una nota, en ella decía que lo sentía mucho, que no sabia otra opción. Los Aliens no se dan cuenta de quien tienen y quien no solo del numero de niños, yo no me podía salvar si él no se entregaba. Todo cambió con esa nota, me quedé sola, perdí a mi mejor amigo porque yo me dejé atrapar. - hice una pausa para coger fueras para continuar- Después de dos semanas, conseguí encontrar de nuevo al grupo, pero ya era tarde, tenia ese yunque en su espalda y no me reconocía, le prometí que costase lo que costase le iba a salvar. Era mi deuda pendiente.
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-Falling Skies- La resistencia
Ciencia FicciónTodo cambio cuando la primera oleada de Aliens invadió la Tierra para Laila y sus amigos. Pero, ¿serán capaces de volver a la normalidad?¿Conseguirán salvar la Tierra de la invasión extraterrestre?