Los días grises no prometen mucho en Milán; solo un día aburrido en la ciudad. Pero para Alice no lo era, ya que encontró cierto interés en un chico pelirrojo de su clase, lo que convirtió las idas al instituto en algo interesante. Sin embargo, el p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
21 de noviembre - 9:15 am.
—Y seguimos con las noticias nacionales. Milán experimenta una serie de asesinatos, y según los habitantes, se habla de una persona que utiliza una máscara del famoso antagonista de la saga Scream, Ghostface. Este asesino viste de negro, con cuchillo de cocina en mano, guantes y botas. Ha estado aterrorizando la ciudad, pero hasta el momento no se tienen muchos datos sobre su identidad. Solo se han obtenido grabaciones en las que se le ve acercándose a sus víctimas antes de cortarles el cuello y apuñalar otras áreas del cuerpo o cometer otras acciones que omitimos en este noticiero. La policía recomienda no salir de noche, ya que la mayoría de las muertes ocurren en esas horas, mientras intentan obtener más información sobre este Ghostface italiano.
Escucho las noticias a todo volumen para oírlas desde el baño, mientras me ducho con agua tibia tras una noche pesada por una situación que, con solo recordarla, me causa estrés. Al salir del baño, me envuelvo una toalla en la cintura. Camino hacia el lavamanos y sacudo la cabeza para secar mi cabello mojado. Desde el espejo, observo el pequeño televisor que tengo en mi escritorio, viendo cómo el noticiero sigue cubriendo el caso del asesino.
Me visto rápido y decido arreglar mi habitación lo antes posible. Mi madre y mi abuela detestan el desorden, y desde pequeño me inculcaron ser organizado. Después de unas horas, solo me falta barrer. Tomo la escoba y empiezo a barrer cada rincón. De repente, escucho pasos detrás de mí y me giro. Mi madre está allí, con una bata de seda roja y el cabello suelto hasta la cintura. Su expresión es difícil de leer.
"¿Hice algo mal?" es lo primero que pienso.
—Ya está el desayuno.
Miro hacia otro lado—. Voy en un momento.
Sin darme cuenta, ya está frente a mí. Toma mi rostro para que la mire. Sus labios se curvan en una sonrisa, mientras su pulgar acaricia mi mejilla. El brillo en sus ojos se intensifica cuanto más cerca está de mí.
—Te pareces mucho a tu padre.
—No me gusta que me compares con él —murmuro en voz baja, apretando el palo de la escoba y alejando un poco el rostro de mi madre.
—Eres una mini versión de él. De pequeño no te parecías, pero luego creciste y tomaste sus facciones. Me recuerdas a cuando conocí a tu padre... Es como si lo viera de nuevo.
—¡Hija, ven un momento! —mi abuela llama a lo lejos.
—Tu abuela me necesita. Sigue ordenando tu cuarto.
Suelto un largo suspiro cuando sale de la habitación.
Qué bueno que no entro al baño.
Regreso al baño y veo la máscara de Ghostface manchada de sangre que dejé la noche anterior en el lavamanos. La lavo, junto con el cuchillo de cocina. Guardo ambos objetos, junto con la ropa que uso para asesinar, en una caja negra que escondo debajo de la cama.
Esta noche habrá diversión para mí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
