Capitulo 19 Un rayo de esperanza , literalmemte.

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Debo salir de aquí, fue mi primer pensamiento después de haber recibido mi última tortura con veneno de mounstro y de milagro había salido viva. Me negaba a morir, no importaba que tanto ellos intentaran matarme, aún tenía un poco de esperanza de hecho tenía más esperanza que vida, aunque en mi estado todo era más grande que mi salud.

-¡Tengo hambre!-grite aunque creo que se escuchó mas como un susurro, sea como sea cumplio lo que quería, llamar la atenció de mis secuestradores.

-¿No sabes decir otra cosa?-dijo Erebo molesto

-Ya que lo mencionas, sí: "Tengo sed" "Quiero ir a casa" o mi favorita últimamente "¡Matame de una maldita vez!"-dije con una voz más alta-No se cuamto tiempo llevo aquí, estoy segura que más de una semana y no he visto nada de comida por aquí. Por si no lo sabías  soy humana así que si no como al menos una hamburgesa estoy segura que me comere a mi misma si es que no muero antes.

Lo escuche suspirar

-Bien, te conseguire comida.-dijo resignado-De todas formas si te mueres Urano me mata, ¡y eso que soy inmortal!-dijo y se fue

¿Urano? Me pregunte a mi misma ¿El tipo con en que he tenido pesadillas? mi estomago rugió tuve el impulso de morder mi propio brazo.

-Concentrate, Nina- me dije a mi misma-Hazlo por Harry-y entonces recorde el sueño de hace un par de días, ¿Cuánto de eso sería cierto?

Nunca me había detenido a pensar en nada acerca de ese tema, pero pensandolo bien todo tiene demasiada lógica. Literalmente yo fui un "accidente" no debí haber sido concebida por mis padres, Poseidón nunca lo admitiría pero la primera vez que me vio lo hizo como si yo no fuera más que un problema más con el cual lidiar, lo cual viendolo desde este punto es más que cierto.

-¡Tengo tu maldita comida!-dijo Erebo arrojando la comida a mis pies.

Sin detenerme a mirar ni si quiera un segundo, metí la comida a mi boca sin si quiera detenerme a masticar hasta que sentí un horrible ardor en mi garganta, en mi boca y en mis manos sosteniendo la comida.

-¡Me diste veneno de demonio!-dije entre tosidos apenas logrando respirar.

Erebo se río con toda la crueldad de su cuerpo haciendome temblar.

-Si quieres comida, es lo único que comseguiras aquí-dijo mie tras lo escuchaba alejarse-Nunca confíes en dioses, cariño-se burló antes de irse.

Sin otra opción intente seguir comiendo mi hamburgesa con veneno y casi muriendo en el intento sintiendome más débil cada vez y preguntandome como puedo seguir viva y por que las moiras quieren hacerme sufrir tanto.

-Eres una semidiosa poderosa-pense en voz alta-, eres mitad diosa, un cuarto de bruja y otro cuarto de humana por eso no te vas al jodido infierno que probablemente sea mejor que esto.

Al demonio, ya no aguanto más, si es verdad lo que paso en mi sueño todos estarán mejor sin mi. Me comence a arrastrar por toda la habitación intentando encontrar algo con lo cual suicidarme en lugar de esperar la mjerte que probableme te llegaría pronto y entonces cuando por enesima vez maldigo a Nyx y a Erebo por quitarme mi varita, collar y labial; todas mis armas . Cuando algo me corta la palama de la mano, me pongo mas felíz de loque debería, lo examino con las manos y descubró que no es mas que un pedazo de vidrio así que sigo buscando sin soltar el vidrio, me detengo cuando escucho unos sonidos lejanos. Al estar sin vista mis otros sentidos se agudizaron así que puedo escuchar cosas que un humano promedio no podría. Tomo en vidrio en mis manos y reuno la poca fuerza que me queda esperando que sea la suficiente para cortar mi cuello lo suficiente profundo para que sea instantaneo.

Lo siento, hermano. Te amodigo inutilmente por que se que es muy probable que no escuche.

Cuando escucho a alguien más en la habitación alzo el pedazode vidrio hasta mi cuello enterrandolo lo más que puedo (que no es  mucho) para después llevarlo al otro extremo de mi cuello lo más rápido que posible cayendo de inmediato y ahogandome con mi propia sangre. "Espero que Urano te mate, Erebo" pense "Espero que te mate como tu me mataste a mi"

Abro mis ojos por última vez sintiendo cada vez más fuera mi cuando veo un destello de luz. Creo que iré a los Campos de Eliseos con mamá y papá, espero que no se desepcionen mucho de mi.

-¿Qué tratabas de hacer?-escucho una voz conocida antes de dejarme invadir por la luz.

***

Cuando abro los ojos siento un dolor desgarrador por todo mi cuerpo, tal vez me sobrevalore al creer que iría a los Campos de Eliseos, estaba más que claro que iría a los Campos de Castigos, por mi egoismo o por la simple razón de existir.

Intento enfocar la vista para solo encontrarme con un adolescente de unos dieciseis años con um bronceado perfecto mirandome preocupado.

-No te duermas-me ordeno antes de decir unas palabras en griego antiguo

-¿Apo...?-intente decir pero solo logre ahogarme con algo salado y son sabor a metal: mi sangre.

-No te muevas, no hables y si puedes no respires, tengo que llevarte a un hospital mortal. Mis hechizos no hacen más que dañarte-dijo rapidamente-¿Recuerdas algo?

Entonces lo recorde todo, mi intento de suicidio, la luz, y perder la consiencia ¿Esque soy tan inutil qué ni siquiera se como quitarme la vida? De repente el comentario de Erebo vino a mi mente "No confies en dioses" En ese momento no me había parecido más que una burla pero ahora todo tiene sentido, estoy aquí por que mi padre me prohibio ir al Campamento Mestizo por salvar a mi hermano, unos dioses me habían secuestrado y torturado hasta tal punto que me hicieron desear la muerte más que la vida.

Baje la vista hacia las manos del dios Apolo y pude ver que llevaba mi varita, el collar de mi padre, mi brillo labial y lo que más me importaba en este momento: el collar que Hermes me había dado. Fingí ahogarme con mi sangre llamando su atención  a mi rostro mientras mi mano se acercaba discretamente a mis pertenencias, cuando las toque y el se dio cuenta de lo que tramaba me safe de su agarre cayendo al piso provocando que las viejas y nuevas heridas se abrieran sangrando de un modo perturbador. "Los Cullen" pensé como reflejo arrepintiendome de inmediato, vampiros y sangre no eran buena combinación. Sin tiempo para cambiar nada mire a mi alrededor para darme cuenta que estaba en la sala tirada en la alfombra a los pies de Edward.

Mi cuerpo al ver que estana segura bajo todos sus esfuerzos y se dejo caer, cerre los ojos esperando morir,esperando no sentir más dolor.

FIN DE LA SEGUNDA PARTE.

Los Mellizos Potter: Misterios y Secretos (Segunda Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora