06 - Confesión

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Mila responde de forma positiva a las muestras de afecto también. Demuestra que ser tratado como a un niño le gusta. No me teme.

Se ha levantado a mitad de la noche para que las demás Alters no le prohíban el acceso al cuerpo, aunque sabe que es indebido, e iba a castigarse. Cortándose.

Lauren suspiró de forma temblorosa. Habían pasado varias horas de aquel encuentro con Mila, pero no podía sacársela de la cabeza. No dejaba de pensar una y otra vez que quizás de no ser por ella, ahora Camila estaría escondiendo sus muñecas con cortes.

Y la idea de Camila lastimada no le gustaba ni un poco. Las náuseas invadían su estómago y le daban ganas de llorar.

Mila es quien recuerda los mayores traumas, y quien los vivió en el pasado. Supongo que por su actitud recibía castigos por cualquier cosa que hiciera, de allí su miedo a todo el pensamiento de que todo merece castigo. Cómo nadie la lastimará, ella misma se castiga. Tiene conductas autodestructivas.

Es una perseguidora, pero tengo esperanzas de que pueda superar sus recuerdos. Ha conectado conmigo y eso demuestra que es capaz de hacer más que sólo pensar en lo malo.

No sale mucho, pero trataré de ayudarla cada vez que la vea.

Cerró el cuaderno y volvió a guardarlo en su lugar secreto.

Camila aún estaba en clases, le quedaba alrededor de una hora. Ella estaba libre porque su profesor estaba enfermo, así que decidió consentir un poco a la chica y fue hasta la pastelería a comprar los cupcakes de chocolate que tanto le gustaban.

Al regresar preparó su café y dejó agua caliente para cuando Camila regresara. Rato después, la castaña entró en silencio y con la mirada baja.

— Camz, ¡te traje cupcakes! - Anunció Lauren con la mirada en el celular.

— Gracias.. - Murmuró la menor, luego de unos segundos de silencio.

La mayor alzó la vista hacia ella, preocupándose de inmediato al ver el rostro de la otra. Se levantó de la silla yendo hacia ella.

— Dios, Camila. ¿Qué te pasó?

— No es nada. - Dijo, aunque Lauren no podía ignorar su ojo morado y su labio hinchado de un lado, por un golpe, asumió.

— ¿Cómo que no es nada? ¿Quién fue?

— Nadie. No es nada, no importa. - Repitió, parpadeando rápido para ocultar sus lágrimas.

— Camila...

— Lauren, déjame. - La castaña se apartó, huyendo del abrazo que la mayor intentó darle. — No es nada, de verdad. CC es una idiota qué cree que puede pelear contra todo imbécil que diga algo malo de mí. - Se encogió de hombros, pero no sonaba nada convincente. — Eso fue todo.

Lauren la miró sin decir nada, sintiéndose mal. Camila borró sus lágrimas y tomó un cupcake. Se volteó al rincón de la cocina para preparase un té, dándole la espalda a su compañera de cuarto.

La mayor no podía dejar todo así e ignorarlo, y luego de pensarlo un momento fue hacia ella y la abrazó por la espalda, rodeando su fina cintura con sus brazos.

— Lauren, en serio te voy a pedir que te alejes porque no quiero tu lástima. - Dijo la castaña, fingiendo un tono de voz duro para ocultar el llanto.

— Camz, deja de hacerte la difícil.

— Tú deja de sentirte mal por mí, estoy bien.

— ¿Quién dijo que me siento mal por ti? - Preguntó la mayor. — El que no me guste que estés herida no significa que sienta pena. 

The Alters [Camren]Where stories live. Discover now