04 -Juguete

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El sujeto reacciona de forma positiva ante los cumplidos y halagos. No parece ser que las demostraciones de amor sean un desencadenante. Debería estudiar las reacciones de los demás Alters.

Lauren cerró el cuaderno y lo guardó en la cajonera.

Su trabajo estaba avanzando bastante bien, tenía ya unas cuantas páginas de anotaciones.

Llevaba un mes viviendo con Cabello, y tenían muy buena convivencia. Ni Camila ni ninguna de sus Alters comían su comida, no la molestaba cuando tenía que estudiar, no era ruidosa, y se iban a dormir y despertaban a horarios muy similares. Así que no era molestada por luces encendidas o ruidos en la cocina.

Camila era una compañera de cuarto ideal. Lauren no podía entender porque todos huían de ella.

—Lauren, te llegó un paquete. Está sobre tu cama. - Le dijo Camila cuando volvió de clases una tarde.

Le agradeció y fue a ver, aunque ya sabía que era.

El Señor Victor le había recomendado comprar aquel juguete, esperaba que fuera un desencadenante, y de alguna forma "despertara" a la personalidad que no había conocido aún, a Cami. La que Camila dijo que era una niña pequeña.

Y qué mejor para un niño pequeño que un lindo juguete.

Sonrió al ver al conejo rosa de peluche. Tenía orejas largas y ojos muy grandes y exagerados. Llenos de brillos y de los colores del arcoíris.

— ¡Camz! - Salió del cuarto hacia la cocina-comedor, donde la castaña estaba trabajando en su computadora. — Mira, es un regalo para ti.

— Lauren, no deberías... - Su voz se apagó cuando vio el juguete. Se quedó boquiabierta unos segundos, luego rió de forma pequeña y adorable. Una gran sonrisa ocupó su rostro. — Es muy lindo. - Dijo, su voz infantil era la más hermosa.

Lauren se lo dio y la castaña se levantó para tomarlo. Abrazó el peluche, olió su aroma de nuevo y luego volvió a mirarlo. Tenía una sonrisa inocente y muy tierna.

— ¡Gracias! - Dijo prácticamente arrojándose sobre ella para abrazarla con fuerza. Cosa que sorprendió un poco a Lauren.

Camila era algo tímida para el contacto físico, se notaba que aquella otra no tenía vergüenza de abrazarla.

— De nada, ¿Cami?

— Soy Cami, sí. ¿Eres la novia de Camila?

— ¿Qué? - Lauren se ruborizó totalmente y rió, algo incómoda.

— Sé que a Camila le gusta alguien. - Dijo, giraba lentamente sobre sus pies al igual que un niño inquieto. — Y eres la única que está con ella.

— Oh, no. Vivimos juntas pero no soy yo. Camz se junta con otras personas, sus amigos.

La pequeña sonrió ampliamente que sus ojitos se cerraron casi por completo. Sus mejillas resaltaron en el más sutil de los rojos.

— Nadie le dice Camz. - Murmuró con una voz alegre. — Y Camila no tiene amigos. No se junta con nadie, tú eres la única.

Lauren estaba algo ofendida, porque Camila solía hablar de un par de amigos que tenía entre sus clases de fotografía.

No tenía ninguna razón para sentirse de ese modo, pero de alguna manera no podía evitarlo.

Quizás le decía que tenía más amigos sólo para no dar lástima.

— Yo soy amiga de Camila, ella sí tiene más amigos. - Dijo, luego de un momento de silencio, en donde Cami se encargaba de ver a su conejito sonreír.

The Alters [Camren]Where stories live. Discover now