Probablemente un cliché más

Capitulo 1

Quizá no quiero salir,
Quizá estoy harta de la gente

-All the bright places

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Es el primer día de clases después de las vacaciones de verano, entro a tercer semestre en la prepa y me parece una tortura, pensar en la escuela hace que quiera ahorcarme por las interacciones sociales. He de decir que no me considero una persona antisocial, pero tampoco soy alguien completamente social. Es complicado. Soy complicado
Cuando sientes que el mundo en algún momento podría estallar o que todos te odiaran por alguna estupidez que hagas es difícil querer relacionarte con alguien. Además todos me irritan sin razón alguna así que decido que es mejor aislarme que permitir eso.

Estoy acostado en mi cama mirando el techo de mi habitación, hasta que el primer rayo del sol entra y me da en toda la cara. Mierda.

TOM! -Grita Wil desde fuera del cuarto tocando la puerta- NECESITO QUE TE LEVANTES A LA DE YA, SE HIZO TARDE OTRA VEZ

VOY -me levanto de la cama y empiezo a cambiarme con la ropa más limpia que encuentre- Dios.

Esto no pasaría si no presionara el botón de "posponer" cada cinco minutos y si esos 5 minutos no pesaran cada vez más. Si los golpes que da Wil en la puerta durante la mañana para asegurarse de que sigo vivo bastarán para ser considerado y prepararme para llegar a una hora decente a la escuela pero no, tengo la horrible costumbre de creer que el tiempo no me alcanzará pero siempre lo hace, siempre lo hará.
Apenas salgo del cuarto Wil toma mi brazo y me arrastra hacía la calle, vamos apresurados a la escuela, me jala como si su vida dependiera de ello. Su boca se mueve pero yo no escucho. No quiero. Solo veo la carretera, el sol levantándose trás las nubes grises, y los pájaros volando hacía el horizonte y cantando. Me hace pensar que si yo fuera uno de ellos de seguro ya habría muerto. Por flojo, por no saber que hacer con tanta libertad.
Wil sigue hablandome enojado pero sus palabras rebotan en mi cabeza para salir de ella tan rápido como entran. ¿Por qué le importa tanto la escuela? Después de todo no te asegura algo en la vida.

Llegamos al salón justo a tiempo, el maestro no ha llegado así que Wil me suelta el brazo y se va a su asiento, sigue molesto pero menos preocupado, me frustra que todas las mañanas sea así, molestarlo se siente como si fuera un inconveniente más en su rutina diaria. Lo digo en serio, si pudiera lo cambiaría, mi forma de atrasar las cosas, pero no puedo, siento que algo me jala hacía abajo. Me sigo hundiendo en la cama.
Mientras esperamos que llegue el maestro un chico se sienta en la banca que esta al lado de la mía, la verdad no lo miro, no me quiero ver muy chismoso así que solo sigo dibujando garabatos en mi cuaderno, línea tras línea, enredadas, es divertido, se parecen a mi mente, si fuera uno de esos dibujos viejos, como los de Charlie Brown, una nube con varías rayas enredadas como estambre estarían flotando 24/7 sobre mi cabezota. Al poco tiempo escucho una voz hablándome, es el chico nuevo. Levanto la mirada y ahí esta, tiene el cabello largo, recogido en una cola de caballo baja, tiene un color que me recuerda a un flan. Castaño con puntas rubias, me da algo de gracia.

Hey -dice, haciendo que me de cuenta que me quede viéndolo en silecio durante más tiempo del que una persona normal lo haría-

Hola -digo tratando sin emoción alguna, realmente no me importa mucho lo que tenga que decir-

Soy Lalix, ¿y tú?

Me parece raro, el hecho de que la gente se acerque a mi, generalmente cuando alguien tiene cara de pocos amigos no suelen hablarles pues... Por obvias razones ¿No? Además siempre siento que la gente me irrita sin razón aparente y los trato como si fueran estúpidos, no es algo que me guste pero me sale solo, como si el mal humor fuera una respuesta predestinada de mi cuerpo.
Después de ya no responderle al tal Lalix sigue intentando hablar conmigo, lo cual se esta volviendo molesto.