Capitulo 4

1 0 0
                                    

Nunca dejo que vean lo peor de mi, porque ¿Y si todos lo ven?

-Dear Evan Hansen

¨˜ˆ"°⍣~•✡⊹٭„¸                       ¸„٭⊹✡•~⍣°"ˆ˜¨

Mientras siento como mi corazón se acelera cada vez más de repente, el sonido de la campana en la puerta del local se siente como un respiro después de una pelea reñida con la ansiedad y el miedo al rechazo.
Al voltear veo finalmente a Tom cruzando la puerta del local vestido con una chaqueta de mezclilla azul clara y bordados de diferentes figuras y colores lo cuál para mi parecer hace que su piel blanca se ilumine mucho más, le da un brillo único que hace contraste con su pelo negro, todo esto definitivamente lo destaca de entre toda la demás gente en la cafetería. Me pregunto si los bordados los hizo él mismo y es tan creativo y asombroso como para hacer eso o si alguien más le ayudo a hacer que su chamarra destacara.
Siento mis hombros relajarse, mi cabeza ya no va a mil por hora y mis manos ya no se sienten tensas como hace unos segundos.
Tom me ve y se acerca a la mesa en la que estoy.

Pensé que no vendrías jaja -digo con una risa nerviosa mientras se sienta en la silla frente a mí-

Mm... De hecho si pensé en no hacerlo pero luego dije "ya qué" -me da una pequeña sonrisa. Nunca lo había visto sonreír, aunque fuera una sonrisa burlona-

El mesero se acerca a nuestra mesa, toma nuestra orden y vuelve a irse. Pienso en que podría decirle para empezar la conversación y que fluya mucho más de lo que han fluido las cosas desde que nos conocimos pero sorprendentemente él se me adelanta.

¿Y bueno? ¿Tienes la respuesta a lo que te pregunté en la mañana? -mierda-

Ahh... Si eso... Bueno -empiezo a jugar con las mangas de mi chamarra- te voy a ser sincero... realmente no estoy seguro de porque quiero acercarme tanto a tí, solo sé que... Mmm... Hay algo en tí que enserio me interesa es como si fueras todo un misterio y supongo que... La curiosidad mata al gato ¿No? -el tono con el que acabo de decir todo esto suena como un "soy un idiota, golpeame y humillame con lo que tengas". Espero que esa respuesta sea suficiente como para que no quiera pararse e irse enseguida-

¿Solo eso? -la forma en que lo dice hace que un nudo en mi garganta se forme de inmediato, ¿Acaso mi honestidad no le es suficiente? ¿Acaso el nerviosismo que él mismo causa en mi no le parece lo suficientemente patético como para sentir al menos un poco de lastima por mi y ser aunque sea un poco hipócrita?Es como si quisiera exprimir hasta la última gota de mi y ver a que punto de humillación puedo llegar-

Bueno... por ahora lo aceptaré -Mis ojos se iluman y el parece notarlo pues su expresión cambia de desinterés a un poco de incomodidad. La única transición de emociones que lo he visto tener desde que nos conocemos, además, claro, de enojo- Dime, ¿Por qué te cambiaron de salón?

Oh, pues lo normal, en el salón no se llevaban muy bien entre todos y había mucho desorden siempre por lo que los maestros decidieron separar el grupo y mandar ciertos alumnos a ciertas clases

Mm -me pregunto si él se ha creado miles de preguntas sobre mi como mi cabeza lo ha hecho con él- y qué ¿No tienes más amigos?

Ah! No, si tengo, dos amigas, una se llama Mayte y es... Un caos, la otra es Hanna, es más tranquila

¿Entonces por qué me molestas tanto a mi? Ve con ellas -su respuesta vuelve a su estado natural de querer alejarme con sus comentarios pero no dejaré que piense que me rendiré-

Bueno de hecho si suelo salir de vez en cuando con ellas y más durante los recesos, solo que como pues... Ahora estoy en otro salón sin ellas supuse que tenía que hacer más amigos y... Justo me toco sentarme junto a ti

Probablemente un cliché más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora