Obslove (BL)

Prólogo.

"Idea de primera cita, te encierro en mi sotano y la cita nunca termina."

Hace poco recobre la conciencia, el aire denso ahora invade mis pulmones, perpetraba en el ambiente el espesor del olor a humedad cargado con la sensación del deterioro ocasionado por el tiempo de un lugar poco frecuentado.

Tal vez alguna vez pasó por mi cabeza acabar aquí, como en Yandere Simulator, en el sótano de una persona totalmente perturbada, pero Sebastian no era así, el era más... ¿Diplomático? o al menos hasta donde yo creía, supongo que a veces las personas que crees conocer más que a ti mismo terminan sorprendiendote.

Las cuerdas me rozan las muñecas, quemando con cada pequeño movimiento. Ya no intento liberarme, sería inútil, y lo peor es que el lo sabe. Sebastian siempre supo todo sobre mi; las cosas que me gustaban, las que no tanto, mis desvarios mentales, mis debilidades... Supongo que eso es lo que más me asusta, no fue un extraño el que me trajo aquí, sino alguien que lo calculó todo.

Arriba escucho el sonido de sus pasos, lentos, metódicos, como si tuviera todo el tiempo del mundo. El no tiene prisa, sabe que no voy a ir a ningún lado, y aunque me asusta una parte de mi sabe que el no me haría daño, yo era su musa, pero si me sigue reteniendo aquí tendre que faltar mañana a clases, ¿como justificaré esto? "oh, mis disculpas profesor, mi ex obsesivo me secuestró en su sotano y desgraciadamente no era un evento que pudiera aplazar." Definitivamente no.

Es extraño como suena su caminar ahora, tan distante. Recuerdo cuando éramos inseparables, cuando cualquier excusa era buena para vernos. Salíamos de clase, íbamos a su casa y pasábamos horas haciendo cualquier estupidez, con la compañía del otro era más que suficiente. Pero esos días quedaron atrás. Lo nuestro termino hace meses, o al menos eso era lo que yo pensaba.

Cuando trate de alejarme me di cuenta, no se trataba de un malentendido o una tristeza pasajera, había algo mucho más profundo, más oscuro. Al comienzo pensé que eran solo mensajes, llamadas insistentes. Sebastian nunca había tomado bien el fin de las cosas, pero lo suyo era más que nostalgia. Era como si para él nuestra ruptura nunca hubiera sido real, como si el tiempo no hubiese pasado.

Y ahora estoy aquí, rodeado de estas frías paredes. Me pregunto cuánto tiempo llevaba planeando esto. ¿Desde el primer mensaje que ignoré? ¿O desde que me vio con alguien más en la universidad? Por dios, no soy una zorra, rompimos hace poco, no estaba en mis planes enrollarme con alguien más así de rapido; solo estaba socializando, pero claro, Sebastian es un desquiciado que cree que soy de su propiedad... Aunque honestamente sería un poco lindo que piense así. Tal vez su obsesión siempre estuvo ahí, esperando un momento como este.