Capitulo seis

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6. Mi familia

Llevaba cucharadas de comida a mi boca, mientras miraba con sospecha a mis padres, ¿en un mes de absoluto silencio habían cambiado de opinión y ahora amaban a Rosé y a los niños sin conocerlos?

-Lisa, deja de mirarnos así.-Me dijo mi madre.
-No intentaremos robarte a los niños o algo por el estilo.-Asentí avergonzada por mirarlos tanto tiempo y sobre todo con desconfianza.

-Lo siento, después de que me llamaras liviana, sospeche que no querrías saber nada de mi novia y mis hijos.-Por alguna extraña razón decir "mi novia" y "mis hijos" me ponía muy feliz y al parecer Rosé se sentía igual.

-Si, sobre eso, lo siento... no es fácil para nosotros, entender... esas elecciones de vida.-Agradecía las palabras de mi madre, pero una parte de mi se sentía como una farsante, Rosé es hermosa, y perfecta, y después del beso, podría estar con ella como algo, verdadero, pero ella, ella nunca a estado con una mujer, quizás ni siquiera le atraiga.
-Como notaste nos tomo un mes darnos cuenta que te amábamos mas de lo que nos importa tus preferencias, y por eso decidimos venir, no te avisamos porque... no queríamos que nos rechazaras, y fue la mejor decisión, el conocer a Rosé primero y sobre todo a nuestros nietos.-Mi mamá parecía cada vez mas emocionada e ilusionada; Rosé parecía más relajada bebiendo de su vaso de agua, lo que me relajo, y también bebí a mi copa.
-¿y cuando será la boda?-Pregunto mi mamá de manera despreocupada lo que casi provoca que Rosé y yo nos muriéramos ahogadas con nuestras bebidas.

-¡¿Boda?!-Gritamos al unísono.

-Es un poco, apresurado, ¿no creen?-Pregunto Rosé y yo asentí limpiando mi rostro.

-¡Hay claro que no! ¿Viven juntas, desde hace meses no?-Pregunto mi padre emocionado.

-Pero aun así... no queremos apresurarnos.-Dije nerviosa y Rosé asintió.

-No las presiones Hunt, aunque seria lindo una boda.-Parecía broma que ellos hablaran de una boda de dos mujeres, sobre todo cuando yo, su hija sea una de las prometidas.
Justo a tiempo uno de mis pequeños lloro.

-¡Yo iré!-Gritamos Rosé y yo al unísono.

-No, no, no cariño, sabes que yo soy la primera en revisar a los niños.-Le dije poniéndome en pie ante la mirada sorprendida de mis padres.

No les di oportunidad a mis papás de hacer un comentario cuando camine a la habitación de los mellizos, casi trotando, antes de que Rosen despertara a Alice, mi pequeña estaría completamente enojada por que su sueño fue interrumpido.

-Ya estoy aquí mi amor.-Le dije a Rosen mientras besaba su frente.

-Ma.-Balbuceó, por primera vez.

-¡Rosé!-Corrí con Rosen en brazos, el iba riendo mientras gritaba el nombre de mi novia.
-¡Rosie!

-¿Que pasa?-Rosé corrió a mi preocupada con mis padres justo atrás de ella siguiéndola, su rostro preocupado cambio al ver a Rosen riendo por mi trote.

-Escúchalo.-Le dije a Rosie.
-Dilo amor, ¿Quien soy?-Pregunte emocionada, pero Rosen solo me miro, pequeño traidor.
-Dilo amor, ¿quien soy?-Pregunte otra vez con esperanza pero, nada, no obtuve respuesta.

-Amor creo que es hora de irnos, Lisa parece un poco cansada.-Dijo mi papá qué me provocó un gruñido.

-No estoy cansada, Rosen me llamo "ma".-Explique indignada.

-Y ni así se quieren casar.-Dijo mi mamá levantando sus brazos indignada.
-Vamos Hunt.-Mi madre tomo a mi pequeño besando su frente para despedirse de el.
-Adiós mi amor, prometo que mañana vendré con muchas cosas para ti, ahora que te conocí se que ropa te quedara perfectamente bien, y claro a tu hermana.-Dijo mi mamá con cariño.
-Y tu, deberías cambiarlo.-Me dijo entregándome a Rosen con una sonrisa y besando mi mejilla.

-Adiós hija, descansa, y cambia el pañal de mi nieto.-Dijo mi papá besando mi cabeza.

-Ven Lily, vamos a cambiar ese pañal.-Dijo Rosé después de despedirse de mis papás.

-Ma.-Volvió a decir Rosen sonriendo mientras me veía.

-¡Te lo dije!-Dije victoriosa.

-Si, me lo dijiste.-El tono de Rosé por alguna extraña razón no sonaba tan emocionada, en silencio terminamos de cambiar el pañal de Rosen y lo deje en su cuna, ambas lo besamos y fuimos a la habitación.

-¿Que tienes?-Pregunte a Rosé cuando nos acomodamos en la cama.

-Nada.-Respondió pero ese tono no era el correcto, entendí mi brazo para abrazarla.

-Puedes decírmelo, soy tu mejor amiga, y jefa.-Dije lo último como broma, pero Rosé no se rió.

-Lisa.-Rosé se acerco un poco mas a mi, como buscando protección, su rostro se escondió en mi pecho y acaricie su larga y rubia cabellera.
-Te había dicho que no quería que mis hijos se encariñarán contigo si esto no funcionaba.-¿Y quien ha dicho que no funcionará? Esto podía ser nuestra familia.

Préstame a tu familia (chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora