De hecho, trabajar en la compañía de juegos más prestigiosa de Corea había sido un sueño para él desde que era un niño pequeño y había trabajado duro para llegar a donde estaba ahora.
Comenzó como pasante justo después de la universidad, pero los altos mandos notaron rápidamente su potencial, lo que lo llevó a ascender muy rápidamente en la escala corporativa. Solo dos años después de su carrera en la empresa y estaba supervisando su propio pequeño equipo dentro de su departamento.
No había un día en que no amará su trabajo. Pudo ver la última tecnología de primera mano antes de que llegará al mercado, pudo dar su opinión sobre nuevos juegos durante su fase beta e incluso tuvo el privilegio de trabajar con algunas mentes más brillantes que jamás hayan estado en la industria del juego.
Lo que había llevado a Sunwoo a su situación actual.
Originalmente no había pensando en nada de eso. Había escuchado el nombre mencionado de pasada en reuniones anteriores, sabía que el hombre había sido un activo para la compañía hermana con sede en Japón, pero eso lo era todo lo que había escuchado.
Usualmente, no le habría sorprendido demasiado y mucho menos le hubiese llamado la atención.
Más bien, hasta que ese hombre fluía de la lengua del hombre más sexy que alguna vez puso un pie a través de la puerta abierta de su oficina.
Sus ojos acaramelados parpadean hacia él antes de que el joven haga un reverencia y se presente.
━━ Lee Hyunjae.
El rico tono de barítono de su voz flotando hacia Sunwoo desde el otro lado de la habitación de tamaño moderado lo dejó un poco desorientado.
━━ ¿Eres Kim Sunwoo?
Se adentró más en la oficina de Sunwoo, pura gracia y encanto goteando desde cada ángulo perfecto de su cuerpo mientras caminaba modelando.
Hyunjae era un sueño de piel bañada por el sol con ojos tallados directamente de los cristales más raros. Sus cabellos rubios que se fundían suavemente en flequillo dorados alrededor de las curvas de su rostro como una corona, lo hacían ver cómo una jodida visión.