EFE 6: La Melodía Del Alma... 🦋 [Libro 2]

🦋 Capítulo 1 🦋

Semanas Después...

Helados derretidos, puestos de bebidas refrescantes en cada esquina, abertura de parques acuáticos y albercas, anuncios de viajes a la playa en internet; todo eso junto y el fin del curso escolar solo podían significar una cosa: El verano había comenzado.

El sol brillaba intensamente en el cielo, pintando la ciudad de colores vibrantes y emitiendo una explosión de calor y libertad mezclado con el ritmo musical alegre y divertido de la temporada. El aire estaba lleno del aroma a helado, y el sonido de las risas y voces de mis compañeros flotaba en el aire en el pequeño salón de 1° A en el ala este del edificio 3.

Al sonar la campana que indicaba el final de las clases, todo el salón se llenó de expresiones de alivio y gritos eufóricos por parte de mis compañeros que, apenas escucharon el timbre, se levantaron de sus asientos para salir inmediatamente de ahí, como si estuvieran esperando ese momento desde hace siglos. El día se pintaba con la alegría del momento, contagiando el ambiente en las expresiones de felicidad de cada uno de mis compañeros... Excepto para alguien...

—¿Qué? —preguntó, Darian, estupefacta al escuchar lo antes dicho por la maestra.

—Lo que escuchaste, Darian. Reprobaste mi materia —repitió la maestra con demasiada calma al tiempo que le extendía a mi amiga su boleta de calificaciones.

Darian la tomó y la inspeccionó con sus ojos abiertos en preocupación y desconcierto. Su mirada se paseó entre los números, como si no lo creyera.

—Pero... ¿Por qué? —preguntó, su voz llena de incredulidad, mientras pasaba la mirada de la boleta a la maestra, buscando una explicación.

—Sacaste una calificación muy baja —explicó la maestra con una expresión seria pero comprensiva—. Tu último proyecto estaba lleno de errores y en el último exámen no te fue bien. Lo siento, pero tendrás que venir la próxima semana para realizar un examen extraordinario.

Darian bajó la boleta con desánimo, su rostro reflejando una profunda decepción. Su mirada se apagó, y su postura se desplomó. Intentó protestar, pero se detuvo, suspiró ligeramente y se dio la vuelta para salir del salón sin decir una palabra más. Los resultados eran claros.

Me conmovió verla así y me encogió el corazón. Me despedí de la maestra con una sonrisa débil.

—Gracias, maestra. Que tenga lindas vacaciones —dije, acompañando mis palabras con un gesto de la mano.

—Adiós, Skye. Disfruta tus vacaciones —me respondió la maestra con una sonrisa.

Salí del salón, y me encontré a Darian con la cabeza apoyada en la pared, lamentándose, con los brazos cruzados y la boleta todavía en su mano.