Los personajes de los que me sirvo para la creación de esta historia, no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores.
La brisa del alba, tenue y apenas perceptible, serpenteaba entre los antiguos campanarios y los tejados de teja roja, como si trajese consigo murmullos olvidados de un pasado remoto, cargado de secretos aún no revelados. Las piedras doradas, testigos mudos de innumerables inviernos y primaveras, guardaban un silencio reverente, como si bajo su superficie latiera el eco de historias no contadas. Los balcones de hierro forjado, las fachadas solemnes, y los arcos de medio punto, se alzaban imponentes sobre las estrechas callejuelas adoquinadas, que parecían llevar el peso de siglos sobre sus espaldas. La ciudad, con su aire melancólico y cargada de una antigua majestad, se desplegaba ante el amanecer como un laberinto de plazas ocultas y patios secretos, donde el viento mismo parecía susurrar plegarias olvidadas al cielo.
A lo lejos, en el horizonte, la primera luz del día revelaba la silueta de un joven que avanzaba con paso firme. Sus cabellos oscuros, adquirían un brillo cálido bajo los rayos del sol naciente, como si cada hebra se encendiera con los rescoldos de viejos fuegos. Tras él, ondeaba una capa desgastada por los años, raída y sucia, pero no menos imponente, marcada por las cicatrices de los caminos que había recorrido, los vientos que había enfrentado, y las batallas libradas en su alma. Era Gokú, pero ya no el muchacho que una vez fue. Ahora, con veintidós años, su andar denotaba la madurez adquirida por el tiempo y la carga de promesas no cumplidas que aún pesaban en su corazón.
Ante él, la imponente catedral se alzaba como una fortaleza de piedra eterna, sus torres rozando el cielo como si quisieran alcanzar lo inalcanzable. Los primeros rayos de sol iluminaban los vitrales y las tallas que decoraban su fachada, bañando de luz dorada cada detalle con una gracia divina. El joven, observando aquel santuario sagrado, sintió el peso del pasado sobre sus hombros, y en lo profundo de sus ojos, aún ardía la llama de una promesa hecha años atrás, una promesa que lo había traído de vuelta, una promesa que debía cumplirse antes de que el tiempo reclamara su vida. Gokú había aprendido mucho en su errancia, pero era en este lugar, en esta catedral que se alzaba como un bastión entre lo mortal y lo eterno, donde encontraría la respuesta que tanto buscaba.
Aquel santuario, cargado de las oraciones de generaciones, le ofrecía un instante de paz, un respiro antes de reemprender su jornada. Frente a los arcos y columnas que desafiaban la eternidad, su figura parecía pequeña, insignificante tal vez, pero en su corazón ardía una voluntad más fuerte que la piedra misma, una determinación forjada en el sufrimiento, el dolor y la esperanza. Con la mirada fija en la que hasta hoy era su morada, Gokú se preparaba, una vez más, para enfrentarse al vasto mundo que le aguardaba más allá de aquella pequeña ciudad.
—¿Debes partir? —preguntó una voz suave detrás de él, el eco de la joven Teresa reverberando en la quietud del amanecer—. Creí que te quedarías un mes más.
—Son quinientas cuarenta y siete leguas, Teresa —respondió Gokú sin volverse, su voz cargada con la melancolía de quien conoce demasiado bien el precio del honor—. No me hace feliz dejarte, pero no puedo faltar a mi promesa, lo sabes bien.
—¿Y qué hay de mi honor? —replicó Teresa, su tono suplicante, mientras sus ojos color ámbar lo observaban con una mezcla de frustración y anhelo—. No he saldado mi deuda contigo.
Gokú se volvió ligeramente, lo suficiente para que la seriedad de su mirada encontrara la suya. —Cuando salvé tu vida, lo hice porque era lo correcto. No esperaba nada a cambio, y lo sabes.
La joven, resignada pero no derrotada, metió la mano en su bolsillo y sacó un pequeño objeto que extendió hacia él. —Al menos acepta esto —dijo con voz suave—, te será útil incluso cuando regreses a casa.
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Goku en Frozen - Bajo el Velo de la Luna de Nieve
FanfictionMi primer historia, espero sea de su agrado. La premisa es simple Son Gokú un huérfano peculiar termina encontrándose con una princesa con un secreto, el niño no podrá quedarse con las manos cruzadas al saber de la situación de la chica y dará todo...