Naruto - Demonio Uzumaki

Capítulo 10: Libros y ratones

Bournemouth, Reino Unido.

El avión aterrizó sin novedad y los vítores de los pasajeros pudieron ser oídos por sus escoltas, que pasaron desapercibidos para el público en general. Sin embargo, la prensa sobrenatural mostró que el avión había sufrido daños importantes, con numerosas marcas de quemaduras a lo largo de su piel. Sin embargo, no había ninguna brecha. El Daily Prophet tenía una foto de la nave, junto con sus escoltas, en su portada, con el titular "Las Fuerzas Oscuras emboscaron un avión" en grandes letras en negrita, seguido de "Los orientales aliados contraatacaron" con una imagen ampliada de Naruto hablando nada menos que con Ronald Weasley. (Probablemente rompa la continuidad, pero merece la pena. En realidad no sé mucho de HP, así que tened paciencia conmigo). El sigilo de su grupo estaba claramente enfocado.

En la rampa donde se remolcaba el avión, Naruto, Irina, Mio y Maya estaban de pie junto a Ronald Weasley, Gary Neville, David Collinwood y Bill Capibara. Ron se inclinó para llamar la atención de Naruto y dijo-: Gracias por la ayuda. Habría sido un verdadero problema si les hubiera pasado algo a estas personas".

"Ni lo menciones. Como dije, nosotros también teníamos algo que ver en esto". Naruto respondió encogiéndose de hombros. "Ah, y..." el pelirrojo se inclinó aún más, "...siento lo de Gary. Es un poco lento de reflejos".

"Ya lo he oído, Ron".

"Apuesto a que sí", bromeó Ron, y todos los chicos rieron entre dientes, pero a Naruto no le hizo ninguna gracia. Mientras se llevaban a los pasajeros, Ron se armó de valor para preguntar, mirando a las tres chicas que estaban con el hombre: "Dime, ¿cómo las mantienes...?", señalando con los ojos a sus compañeras: "... ya sabes... felices?".

"¿Felices?" Naruto levantó una ceja divertido. "Sí... quiero decir... parecen chicas geniales y todo eso, pero parecen más que felices de estar cerca de ti. Así que, ¿ayudas a un chico?" Naruto se inclinó, bajando la voz a apenas un susurro. "Sólo estoy saliendo con la pelirroja. ¿Qué quieres que te diga, exactamente?".

Ron hace una pausa, mirando a su alrededor. Sus tres amigos charlan entre ellos, lanzando de vez en cuando miradas al equipo de Naruto, que murmura entre sí.
"Tengo novia. Hermione Granger. Es un verdadero ratón de biblioteca. Es nacida de muggles, pero en realidad no me importa todo eso, ¿verdad?".

"Cierto, bueno, como que tuve que dejar nuestra cita nocturna cuando llegó la llamada de los chicos".

"¿Al menos dejaste una nota?" Naruto pregunta. Con el ceño fruncido y sacudiendo la cabeza, Naruto suspira: "Realmente lo arruinaste".

"¡Precisamente! Sólo..."

"Vale, entiendo lo que me pides", le interrumpió Naruto a medio paso. Se sentía generoso y, como había dicho, tenía que ayudar a un compañero. "Entonces, por un favor más adelante, puedo tenerte cubierto y perdonado". La intensa mirada del joven mago se agudizó hasta alcanzar un nivel esperanzador. "¿Lo dices en serio?"

"¿Me harías un favor?" Naruto le ofreció la mano para que se la estrechara. Ron la tomó y la estrechó, diciendo: "A cambio".

"Bien."

"Para que quede constancia..." Ron extendió el puño, lo que le trajo recuerdos de un tiempo olvidado. "Aquí solemos chocar los puños". Naruto sacude la cabeza para aclarar sus pensamientos, y luego choca su puño contra el de Ron. Los dos asienten. Naruto empieza a canalizar su magia, juntando las manos. Los otros magos observan con interés, ya que nunca antes habían visto magia oriental ni nada tan intenso, con un suave resplandor azul saliendo de su interior. Cuando se apaga, Naruto separa las manos, revelando un octaedro azul cristalino de forma experta. Lo coloca en la mano abierta de Ron. "Vaya, ¿cómo lo has hecho?".