X

5 2 0
                                    

—Me gustan mucho— te dije aquella tarde de septiembre. — Las plantas, me gustan mucho.

— Anotado de aquí para siempre. — Respondiste de inmediato.

Te sonreí por tu tontera. A veces eras un ridiculo, a veces tú cursilería se me contagiaba. Tú tomaste un sorbo de tu café, te miré mejor, volví a tener la capacidad de tatuarte en mi memoria con solos observarte fijamente.

Tu barba, tus labios rosas, la punta recta de tu nariz, tus pestañas claras, tus ojos marrones.

— Alguna vez soñé en tener una cafetería.— Ni siquiera supe por qué te contaba esto, pero hablar contigo era tan fácil que contarte mis sueños se sentía tan natural, me miraste, curioso por lo que te estaba diciendo.

—¿Si?

Asentí.
Me tomaste las manos, cálidas cuando la mías eran inviernos. Ladeaste el rostro.

— Cuando sea anciana, y me canse de curar enfermos. Quiero una cafetería en el puerto, con estantes de libros que puedan leer, y plantas colgantes, helechos y silverias que adornen la pared y...

Sonreías como un tonto, fruncí el ceño.

—¿Me estás escuchando?

— Con mucha atención— sonreíste entre palabras. Giré los ojos, tú volviste a tirar de mis manos.— Estoy escuchando nuestro negocio de ancianos.

Volviste a endulzar mi corazón, mis mejillas se calentaron de inmediato. Te reíste.

Y yo morí en esa risa.

— Cállate...

— Una cafetería con libros y plantas ¿No?— no te contesté, aparté la mirada pero me abrazaste de inmediato. Me encantaba estar entre tus brazos, inspiré tu colonia, se sintió a hogar. — ¿Y la casa?

—¿Qué?

—¿Cuáles son tus condiciones para nuestro hogar?

Te aparté el de inmediato, molesta pero no tanto. Tú volviste a abrazarme.

—No seas tonto...

— Lo digo enserio.— Dijiste. - Yo quiero una cocina grande, un patio para mi perro y...

— Y un jardín para mis plantas.

Me miraste, te miré, entendí que se valía soñar un momento, aunque sea un instante, te quise sentir mío.

— Si- concordaste. — un jardín para tus plantas.

Yo, el amor y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora