-Ella!
La chica fue despertada de su sueño. Miró alrededor y recordó donde estaban. En otro contenedor de basura, intentando sobrevivir un día más.
Miró a su hermana, que con esos ojos azules que había heredado de su madre, la miraba pálida.
- Mira... -Murmuró y levantó la cabeza.
Fue entonces cuando Ella desvió la vista hacia donde su hermana miraba y los vio allí.
Dos policías observándola con los brazos cruzados y el semblante sereno.
La chica no tardó en responder, tomó a su hermana y la cargó con fuerza. Echó a correr y sus piernas se movieron con todas sus ganas para escapar de aquellos policías.
- Tengo miedo, Ella. -Continuó diciendo Margaret, mientras sus delgados brazos se aferraban como podían al cuello de su hermana.
Ella no le respondió, estaba demasiado ocupada buscando el callejón.
El callejón que la llevaría a la libertad, miró hacia atrás y descubrió a los policías pisandole los talones.