Amor Estudiantil

Alistando Maletas.

Urokodaki: Estudiantes... Hable con el director y la agencia y pues... Felicidades, mañana viajan al hotel, aceptaron entrenarlos.

Todos felices se abrazaron y empezaron a reír.

Urokodaki: Estudiantes, vayan a sus casa y empaquen maletas que mañana vienen por ustedes.

Tanjiro: Si Señor.

Urokodaki: Ya pueden irse, suerte.

Cuando los chicos llegaron a la casa empezaron a arreglar y empacar, Tanjiro y Giyuu empacaban ropa y Zenitsu e Inosuke hacían aseo en la casa y ordenaban, ya en la noche todo estaba arreglado y listo para mañana.

Zenitsu: Listo, ya está todo para mañana.

Inosuke: Ahora a dormir.

Tanjiro: Huy si, me duele la espalda una cosa terrible.

Inosuke: Dile a Giyuu que te haga un masaje en la espalda.

Giyuu: Ya van a empezar, cual el la gana de vernos coger.

Inosuke: Yo nunca dije nada de eso, yo hable de un masaje.

Zenitsu: El que en pan piensa...

Inosuke: hambre tiene, claro.

Tanjiro: Bueno, ya reímos y hablamos, ahora, vamos a dormir, que mañana será un día lleno de cosas por hacer.

Ni más faltaba mencionarlo y Zenitsu e Inosuke salieron como volador sin palo directo a sus camas, mientras Tanjiro hacia todo lo posible para moverse.

Giyuu: Tanjiro estas bien?

Tanjiro: No por nada pero estoy que me muero del dolor de espalda.

Giyuu: Vamos -tomó a Tanjiro y lo cargó hasta la habitación- quitate la camisa y ponte bocabajo, te voy a ayudar.

Tanjiro: Que?! -dijo poniendose rojo como un tómate- que vas a hacer?

Giyuu: Pues que más crees -dijo untando su mano de aceite-

Tanjiro no sabía cómo reaccionar encerio lo hiban a hacer? En ese momento?

Giyuu: Volteate.

Tanjiro obedeció y cerró fuertemente los ojos y se aferró a las cobijas.

Tanjiro: ah! Giyuu!

Giyuu: Ahí?

Tanjiro: Si, justo, ah! - ahí.

Giyuu: Tanjiro...

Tanjiro: Si...ya, no -mmh~ Ah~ Que bien...que bien se siente~

Giyuu: Ya, casi...

Tanjiro: Ah! ~

Giyuu: listo~ ya... Te sientes mejor?

Tanjiro: Uy si, gracias por el masaje en la espalda Giyuu, te debo una.

Giyuu: No hay de que, ahora, a dormir.

Y no faltaba más que también al tocar la cama, quedaron rendidos.

Tenían que descansar al máximo, pues mañana tendrían un largo y pesado día lleno de responsabilidad y un largo camino que seguir...